El collar mágico


Había una vez una niña llamada Sofía que vivía en un edificio muy grande y hermoso junto a sus padres.

Sus padres eran muy ocupados y siempre tenían mucho trabajo, así que contrataron a una niñera llamada Martina para cuidar de Sofía mientras ellos estaban ocupados. Un día, mientras Martina estaba cuidando a Sofía, empezaron a escuchar ruidos extraños provenientes del piso de arriba.

Eran ruidos fuertes y espeluznantes que asustaron tanto a la niñera como a la pequeña Sofía. Los dos se abrazaron asustados mientras los ruidos continuaban. De repente, el sonido cesó y todo quedó en silencio.

Pero cuando la madre y el padre de Sofía se despertaron de su desmayo, se dieron cuenta de que algo terrible había sucedido: ¡Sofía había desaparecido! La madre y el padre entraron en pánico e inmediatamente comenzaron a buscar por todo el edificio. Llamaron a la policía y pidieron ayuda a todos los vecinos.

Todos estaban preocupados por lo ocurrido. Mientras tanto, Martina no podía dejar de sentirse culpable por lo sucedido. Se sentó en un banco del parque cercano al edificio con lágrimas en los ojos.

De repente, vio algo brillante entre las hojas caídas del suelo: era un collar con la inicial —"S"  de Sofía. Martina tomó el collar y decidió seguir las pistas para encontrar a Sofía.

Siguiendo cada señal dejada por el collar, Martina llegó hasta un viejo árbol en el parque. Al acercarse, escuchó una voz suave y familiar que venía del interior del árbol. Martina miró más de cerca y vio una pequeña puerta escondida en el tronco del árbol.

Abrió la puerta con cuidado y se encontró con un mundo mágico lleno de criaturas amigables y coloridas. Allí, sentada en un campo de flores, estaba Sofía. "¡Sofía! ¡Te encontré!", exclamó Martina emocionada. Sofía corrió hacia Martina y la abrazó fuertemente.

Le explicó que los ruidos extraños habían asustado tanto a ella como a Martina que decidió esconderse en el árbol para protegerse. Pero ahora estaba lista para regresar a casa.

Martina llevó a Sofía de vuelta al edificio mientras todos los vecinos esperaban ansiosos afuera. Cuando llegaron, hubo mucha alegría y alivio entre todos. Los padres de Sofía abrazaron a su hija mientras le daban las gracias a Martina por encontrarla sana y salva.

A partir de ese día, Sofía aprendió que siempre debe confiar en las personas que están ahí para cuidarla, incluso cuando las cosas se pongan difíciles o asustadoras.

Y Martina aprendió que ser valiente no significa no tener miedo, sino enfrentarlo para proteger a quienes amamos. Desde entonces, Sofía y Martina compartieron muchas aventuras juntas, explorando nuevos lugares dentro del mágico mundo del viejo árbol.

Y cada vez que escuchaban ruidos extraños, recordaban que juntas podían superar cualquier miedo y desafío que se les presentara.

Y así, con una niñera valiente y una niña curiosa, la historia de Sofía y Martina nos enseña la importancia de confiar en aquellos que nos cuidan y cómo el amor y la valentía pueden llevarnos a lugares maravillosos.

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