El collar mágico de Laura


Había una vez una pequeña y valiente niña llamada Laura, que siempre soñaba con tener un trabajo en el que pudiera ayudar a los demás.

Un día, Laura vio un anuncio para una entrevista de trabajo en la tienda de juguetes más grande de la ciudad. Estaba emocionada por la oportunidad de trabajar rodeada de juguetes y hacer felices a otros niños.

Laura se levantó temprano ese día, se preparó con mucho cuidado y salió corriendo hacia la tienda. Sin embargo, en el camino, Laura se encontró con un gatito perdido y herido. No pudo simplemente ignorarlo y decidió ayudarlo llevándolo a un veterinario cercano.

El veterinario atendió al gatito y le dijo a Laura que necesitaría quedarse allí durante unas horas para asegurarse de que estuviera bien. A pesar de estar preocupada por llegar tarde a su entrevista, Laura sabía que era importante cuidar del gatito indefenso.

Después de algunas horas, el gatito estaba recuperado y felizmente ronroneando en los brazos de Laura. Agradecido por su ayuda, el veterinario le dio algo muy especial: ¡un collar mágico! Le explicó que este collar tenía poderes especiales para ayudarla cuando más lo necesitara.

Con el tiempo limitado antes del cierre de la tienda de juguetes, Laura llegó corriendo al lugar donde tendría su entrevista. Pero cuando entró, se dio cuenta con tristeza que ya habían contratado a otra persona para el puesto.

Laura no podía evitar sentirse desanimada y decepcionada consigo misma por haber llegado tarde. Sin embargo, recordó el collar mágico que le había dado el veterinario y decidió darle una oportunidad más a su sueño.

Laura se acercó al gerente de la tienda y explicó lo sucedido. Le contó sobre el gatito herido y cómo había decidido ayudarlo en lugar de llegar puntualmente a la entrevista.

El gerente escuchó atentamente y quedó impresionado por la dedicación y el corazón bondadoso de Laura. El gerente, conmovido por la historia de Laura, decidió darle una segunda oportunidad. Aunque ya habían contratado a otra persona para el puesto principal, le ofreció un trabajo como asistente en la tienda de juguetes.

Laura estaba emocionada y agradecida por esta nueva oportunidad. Aprendió mucho mientras trabajaba en la tienda, desde organizar los juguetes hasta ayudar a los clientes a encontrar lo que necesitaban.

Siempre sonreía y hacía todo lo posible para hacer felices a los niños que visitaban la tienda. Con el tiempo, Laura demostró ser una empleada ejemplar. Su dedicación, amabilidad y pasión hicieron que muchos padres confiaran en ella para recomendar los mejores juguetes para sus hijos.

Un día, cuando ya llevaba algún tiempo trabajando allí, se abrió una vacante para un puesto importante en la tienda.

El gerente recordó toda la determinación y valentía de Laura desde aquel primer día e inmediatamente pensó en ella como candidata perfecta. Laura fue llamada para una última entrevista y esta vez no llegó tarde.

Demostrando todo su conocimiento sobre los juguetes y su amor por ayudar a los demás, impresionó al gerente y obtuvo el trabajo que siempre había soñado. Desde ese día en adelante, Laura fue una de las empleadas más queridas y respetadas de la tienda de juguetes.

Su historia inspiró a muchos niños a seguir sus sueños y nunca rendirse, incluso cuando las cosas no salen como se esperaban. Y así, Laura aprendió una valiosa lección: siempre hay segundas oportunidades en la vida si perseveramos y seguimos nuestros corazones.

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