El Color de la Identidad



En una pequeña aldea rodeada de montañas y ríos cristalinos, vivía un pajarito llamado Lía. Su plumaje era de múltiples colores: rojo, azul, amarillo y verde. Aunque a Lía le encantaba ser tan colorida, siempre sentía que no encajaba del todo con los demás pájaros de su alrededor, que eran generalmente de un solo color.

Un día, mientras volaba sobre el lago, se encontró con un grupo de pájaros que jugaban y se reían.

"¡Hola!" - dijo Lía emocionada, intentando unirse a ellos.

"¿Por qué eres tan diferente?" - preguntó uno de los pájaros, que era completamente amarillo.

"No lo sé, pero me gusta bailar y cantar con mis colores. Mi mamá siempre dice que debo ser yo misma" - respondió Lía, llenándose de valor al hablar.

Pero los otros pájaros se burlaron y a Lía le dolió el comentario. Decidió alejarse y volar a una parte más apartada del bosque. Allí, conoció a una mariposa llamada Cora, que también era diferente a los demás porque tenía alas enormes y brillantes.

"¡Hola! ¿Por qué pareces triste?" - preguntó Cora.

"Porque todos se ríen de mí por ser tan colorida. Me gustaría ser como ellos, un solo color" - contestó Lía, bajando la cabeza.

"Pero ser diferente es lo que te hace especial. ¿No te gusta volar con tus colores?" - le preguntó Cora con una sonrisa.

Lía se quedó pensativa. No había considerado que sus colores la hacían única. Decidió que debía demostrar a los demás pájaros que podía ser feliz siendo quién era.

Al día siguiente, cuando se encontró con el grupo de pájaros en el lago, Lía tomó una profunda respiración y se acercó.

"¡Miren, miren!" - gritó Lía, mostrando todos sus colores mientras danzaba en el aire.

Los demás pájaros se quedaron boquiabiertos. Lía volaba con gracia, haciendo giros y piruetas, y a medida que volaba, sus colores parecían brillar más intensamente bajo el sol.

"¡Wow!" - exclamó el pájaro amarillo. "¡Nunca había visto algo así!"

"¡Eres increíble!" - agregó otro pajarito.

Lía sonrió, sintiéndose más segura de sí misma. Pronto, los demás pájaros se unieron a su baile, imitando sus movimientos y alegrándose con sus colores.

Después de un rato, el pájaro amarillo se acercó a Lía.

"Disculpa por haberte hecho sentir mal. La verdad es que tus colores me inspiran. Nunca había visto a nadie volar de esa manera. Han pasado tantas cosas en la vida, necesitamos más color. ¿Serías nuestra amiga?" - preguntó con sinceridad.

Lía se sintió feliz y, desde ese momento, no sólo se aceptó a sí misma, sino que también se convirtió en la líder del grupo, ayudándoles a ver que ser diferente era especial.

Juntos, formaron un club donde cada pájaro podía mostrar sus talentos y colores, celebrando la diversidad y la verdadera identidad de cada uno.

Así, Lía aprendió que no importa lo diferente que seas, lo que cuenta es ser tú mismo y encontrar aquellos que te acepten tal como eres.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!