El colorido crecimiento de Angela
Había una vez una niña llamada Angela, quien era conocida como "la niña de colores" debido a su pelo brillante y su personalidad llena de alegría.
Pero aunque todos la veían feliz por fuera, en realidad Angela tenía miedo de crecer. Un día, mientras yo, Ana la logopeda, trabajaba con Angela en mi consultorio, noté que algo no estaba bien. Ella parecía triste y preocupada. Decidí hablar con ella para entender qué le ocurría.
- Angela, ¿qué te pasa? Te veo un poco triste hoy - le pregunté preocupada. Angela suspiró y me miró con sus grandes ojos llenos de lágrimas. - Ana, tengo miedo de crecer.
No quiero ser adulta porque siento que los adultos me harán daño. Además, siento que nadie entiende mis dificultades y no me aceptan como soy. Me senté junto a ella y le di un abrazo reconfortante. - Entiendo tus temores, Angela.
Pero déjame contarte una historia especial que te ayudará a comprender lo maravilloso que puede ser el crecimiento. Había una vez un árbol llamado Mateo. Mateo era un árbol pequeñito pero muy valiente.
Vivía en medio del bosque rodeado de otros árboles más altos y fuertes que él. Aunque se sentía diferente e inseguro al principio, pronto descubrió algo increíble: cada uno de esos árboles grandes también había sido pequeño alguna vez.
Con el tiempo, Mateo comenzó a crecer poco a poco gracias al amor y cuidado del sol y la lluvia. Un día, se dio cuenta de que había crecido tanto que ahora era uno de los árboles más altos del bosque.
Pero a pesar de su altura, Mateo nunca olvidó cómo se sentía cuando era pequeño. Un día, una ardillita llamada Lola llegó al bosque y se sintió intimidada por los árboles grandes.
Se acercó a Mateo con miedo y le dijo: "Tengo miedo de crecer porque siento que nadie me aceptará". Mateo sonrió y le respondió: "Lola, cada uno de nosotros tiene un camino diferente en la vida.
Aunque pueda parecer aterrador crecer, es importante recordar que siempre habrá personas dispuestas a aceptarnos y comprendernos tal como somos". Angela escuchaba atentamente la historia mientras su tristeza poco a poco se transformaba en esperanza. - Ana, ¿crees que también encontraré personas así? Le sonreí con ternura. - Claro que sí, Angela.
El mundo está lleno de personas maravillosas dispuestas a amarte y comprenderte. Y aunque algunas veces te encuentres con adultos que no entienden tus dificultades, recuerda que siempre habrá alguien especial cerca dispuesto a ayudarte.
Desde ese día, Angela comenzó a ver el crecimiento como algo emocionante en lugar de asustadizo. Se dio cuenta de que ser diferente era algo hermoso y único. Poco a poco fue superando sus miedos y encontrando apoyo en las personas adecuadas.
Y así, Angela descubrió su propio potencial para brillar aún más fuerte como "la niña de colores". Aprendió a valorarse tal como era y encontró amor y aceptación en aquellos que la rodeaban.
Y así, queridos niños y niñas, recuerden que el crecimiento es parte natural de la vida. Aunque a veces pueda parecer asustadizo, siempre habrá personas dispuestas a amarte y comprenderte tal como eres.
Nunca olviden que cada uno de ustedes es especial y único, ¡y eso es algo para celebrar! Fin.
FIN.