El columpio de la solidaridad



En un soleado día de primavera, en el Parque Herida Niños Mamá Columpio, los niños correteaban y reían mientras sus madres charlaban animadamente en los bancos del parque. Todo parecía tranquilo y perfecto, hasta que algo inesperado sucedió.

De repente, el columpio favorito de todos los niños se rompió. Las cadenas se soltaron y el asiento cayó al suelo con un estruendo. Los niños quedaron sorprendidos y preocupados, sin saber qué hacer.

La mamá del parque, una mujer amable y cariñosa llamada Doña Rosa, corrió hacia ellos para ver qué había pasado. -¡Ay no! ¿Están todos bien? -exclamó Doña Rosa con angustia en su voz. Los niños asintieron con miedo, pero estaban ilesos.

Sin embargo, estaban tristes porque su columpio favorito estaba roto y no podrían jugar en él más. Doña Rosa les sonrió con ternura y les dijo:-No se preocupen chicos, yo arreglaré el columpio para que puedan seguir divirtiéndose como siempre.

Los ojos de los niños se iluminaron de alegría al escuchar estas palabras. Mientras tanto, las mamás se acercaron para ver si todo estaba bien. -¿Qué pasó aquí? -preguntó una mamá preocupada.

El pequeño Lucas explicó lo sucedido mientras Doña Rosa inspeccionaba el daño en el columpio. Después de unos minutos pensando cómo arreglarlo, tuvo una brillante idea.

-Chicos, ¿qué les parece si construimos juntos un nuevo columpio? Podemos reciclar materiales y hacerlo aún mejor que antes -propuso Doña Rosa emocionada. Los niños aplaudieron emocionados ante la propuesta de Doña Rosa.

Todos juntos se pusieron manos a la obra: buscaron maderas viejas por el parque, pidieron ayuda a papás y abuelos cercanos que sabían de carpintería e incluso pintaron bonitos dibujos en el asiento del nuevo columpio. Después de varios días de trabajo duro y cooperativo, finalmente el nuevo columpio estaba listo para ser utilizado. Era más resistente, colorido y divertido que nunca.

Los niños lo miraban maravillados mientras Doña Rosa les daba indicaciones para usarlo correctamente. -¡Gracias Doña Rosa por ayudarnos a tener un nuevo columpio! ¡Eres la mejor mamá del parque! -dijeron los niños felices.

Doña Rosa sonrió orgullosa y feliz al ver la alegría en los rostros de los pequeños. El Parque Herida Niños Mamá Columpio volvía a ser un lugar lleno de risas y diversión gracias al trabajo en equipo y la solidaridad de todos sus visitantes.

Y así, entre juegos y sonrisas, continuaron disfrutando juntos cada día en este mágico lugar donde la amistad era tan fuerte como las cadenas del nuevo columpio.

FIN.

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