El Columpio de Rufus
El ogro se llamaba Rufus, y a pesar de su aspecto temible, en realidad era un ser amable y bondadoso.
Le encantaba ver a los niños correteando y riendo en su jardín, así que decidió hacer algo especial por ellos. Un día, mientras observaba a los niños jugar, Rufus escuchó a una niña llamada Lola comentar que le encantaría tener un columpio en el jardín.
Sin dudarlo, el ogro se puso manos a la obra y construyó el columpio más hermoso que jamás se haya visto. Cuando los niños lo descubrieron al día siguiente, no podían contener su emoción. - ¡Wow! ¡Qué hermoso columpio! -exclamó Lola emocionada.
Rufus sonrió al ver la alegría de los niños y les invitó a disfrutar del columpio todo el tiempo que quisieran. Desde ese día, el jardín del ogro se convirtió en el lugar favorito de todos los niños del barrio. Pero la historia no termina ahí.
Una semana después, una tormenta azotó la ciudad y destrozó por completo el bello jardín de Rufus. Los niños estaban tristes al ver el desastre, pero decidieron unirse para ayudar al amable ogro a arreglarlo.
- ¡No te preocupes Rufus! ¡Vamos a ayudarte a reconstruir tu jardín! -dijo Martín con determinación. Los niños trabajaron duro durante días plantando flores, reparando caminos y limpiando cada rincón del jardín.
Finalmente, cuando terminaron, el jardín lucía más hermoso que nunca gracias al esfuerzo conjunto de todos. Rufus estaba tan emocionado y agradecido que decidió organizar una gran fiesta para celebrar la solidaridad y amistad que habían demostrado los niños. Hubo música, baile y risas hasta altas horas de la noche.
Desde entonces, Rufus siguió siendo conocido como "el ogro bueno" del barrio, y cada vez más niños iban a jugar en su maravilloso jardín lleno de amor y amistad.
Y colorín colorado este cuento infantil ha terminado con un mensaje claro: la importancia de la bondad, la colaboración y la solidaridad en nuestra vida diaria.
FIN.