El concierto armonioso en el bosque



Había una vez en un bosque lejano, un ciervo llamado Benito y un zorro llamado Lucas. Ambos eran los mejores amigos y siempre se divertían juntos explorando el bosque y jugando al escondite.

Pero últimamente, algo extraño estaba sucediendo en el bosque: había mucho ruido. Un día, mientras Benito y Lucas buscaban bayas para comer, se encontraron con una vaca muy rara.

Tenía manchas de colores brillantes por todo su cuerpo y llevaba una corona de flores en la cabeza. - ¡Hola amigos! Soy Valentina, la vaca mágica - dijo ella con entusiasmo. - ¡Wow! ¿Una vaca mágica? Nunca habíamos visto algo así - exclamó Lucas sorprendido.

Valentina les explicó que había llegado al bosque a través de un armario mágico que le concedió el genio del bosque. Pero desde entonces, el ruido incesante no la dejaba descansar ni disfrutar del lugar.

Preocupados por su nueva amiga, Benito y Lucas decidieron investigar de dónde provenía tanto ruido. Siguiendo el sonido, llegaron a un claro donde descubrieron a un ocelote saltando sobre las ramas de los árboles mientras tocaba una batería hecha con hojas secas.

- ¡Ey tú! ¿Por qué estás haciendo tanto ruido? - preguntó Benito molesto. El ocelote respondió sin preocupación:- Me llamo Oscar y me encanta tocar la batería. No pensé que molestara a nadie aquí en el bosque.

Benito explicó amablemente que el ruido estaba perturbando a Valentina y arruinando la paz del bosque. Oscar se disculpó y prometió bajar el volumen de sus ritmos. Decididos a solucionar el problema, Benito, Lucas, Valentina y Oscar buscaron al genio del bosque para pedirle ayuda.

Después de mucho buscar, finalmente lo encontraron escondido en un tronco hueco. - ¡Genio! Necesitamos tu ayuda - dijo Lucas emocionado. El genio salió del tronco y escuchó atentamente su solicitud.

Prometió encontrar una solución pacífica para todos los habitantes del bosque y desapareció en un destello de luz azul. Poco después, el genio regresó con una idea brillante: construir un escenario especial donde Oscar pudiera tocar su batería sin molestar a nadie más. Así todos podrían disfrutar de la música sin causar problemas.

El plan funcionó a la perfección. Oscar comenzó a tocar en su nuevo escenario mientras Valentina bailaba al ritmo de la música.

Los otros animales del bosque se reunieron para disfrutar del espectáculo sin interrumpir la tranquilidad del lugar. Desde ese día, el bosque lejano volvió a ser un lugar tranquilo y armonioso gracias al ingenio y cooperación de Benito, Lucas, Valentina, Oscar y el genio mágico.

La historia nos enseña que siempre podemos encontrar soluciones creativas cuando trabajamos juntos hacia un objetivo común. Además, nos recuerda que debemos respetar los espacios y necesidades de los demás para mantener la paz en nuestras comunidades.

FIN.

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