El concierto bajo la lluvia
En una tranquila plaza de la ciudad, vivían muchos animales que disfrutaban de la naturaleza y la música.
Había una pareja de pajaritos llamados Pepe y Pepa, quienes eran los más apasionados por la música y siempre soñaban con tocar en un gran concierto. Una noche, mientras practicaban sus melodías en un rincón de la plaza, empezó a caer una suave lluvia. "Qué hermosa noche para tocar nuestra música", dijo Pepa con entusiasmo.
"Pero, ¿qué haremos con la lluvia?", preguntó Pepe preocupado. De repente, una rana llamada René se acercó a ellos y les dijo: "No se preocupen, yo conozco un lugar muy especial donde podrán tocar su música sin importar la lluvia".
Los pajaritos, emocionados, siguieron a la rana hasta un invernadero mágico escondido en un rincón de la plaza. El invernadero estaba repleto de plantas exóticas que bailaban al compás de la música. "Aquí pueden tocar sin mojarse y además alegrar a todas las plantas", explicó René.
Los pajaritos comenzaron a tocar sus melodías, y pronto se unieron otros animales de la plaza, cada uno con su instrumento. La lluvia, lejos de ser un obstáculo, se convirtió en el mejor acompañamiento para la música de todos los animales.
La magia del invernadero creció con cada nota, iluminando la noche con colores y sonidos maravillosos. Al terminar el concierto, todos los animales aplaudieron emocionados, agradeciendo a Pepe, Pepa y los demás por tan hermoso espectáculo.
Desde ese día, la plaza se convirtió en un lugar famoso por sus conciertos nocturnos bajo la lluvia, donde todos los seres vivos disfrutaban de la música y la magia del invernadero.
Pepe, Pepa y sus amigos habían cumplido su sueño de tocar en un gran concierto, demostrando que con amor y creatividad, los obstáculos se convierten en oportunidades de alegría y belleza.
FIN.