El concierto mágico de la familia Ruiz



Era un día soleado en la ciudad de Buenos Aires y la familia Ruiz estaba emocionada. Habían estado esperando esta fecha durante meses: el concierto de su banda favorita, "Los Acordes Súper", en el Parque de la Ciudad. Papá, Mamá, y los tres hermanos, Valentina, Lucas y Sofía, estaban listos con sus camisetas y gorros de la banda.

"¡No puedo esperar más!", gritó Valentina mientras bailoteaba en el lugar.

"Yo quiero ver a Leo, el guitarrista. Es el mejor", añadió Lucas, saltando de emoción.

"Y a mí me gusta la cantante, ¡tiene una voz mágica!", dijó Sofía mientras sostenía su globo en forma de guitarra.

Cuando llegaron al parque, la cantidad de gente los hizo sentir como si estuvieran en una gran fiesta. Había puestos de comida, juegos y música alegre sonando por todos lados. La familia decidió buscar un buen lugar para ver el escenario.

"¿Qué tal allí, al lado de ese árbol?", sugirió Papá.

"Sí, me gusta", respondió Mamá.

Se acomodaron y comenzaron a disfrutar de los distintos artistas que se presentaban. Entre risas y caramelos, Sofía se distrajo mirando a unos niños que jugaban con globos.

"Voy a jugar con ellos", dijo mientras se alejaba.

Después de un rato, Lucas notó que su hermana no volvía.

"Mamá, Sofía se fue a jugar, ¡no la veo!"

"Oh, no, debo ir a buscarla. Espérame aquí, chicos", dijo Mamá.

Rápidamente, Mamá se puso en movimiento. Valentina y Lucas estaban un poco inquietos.

"No te preocupes, Sofía es valiente. Ella sabe cuidar de sí misma", intentó tranquilizarlos Valentina.

Pero después de diez minutos, Sofía no volvía. Los hermanos se miraron preocupados. En ese momento, escucharon un estruendo en el escenario, donde la banda "Los Acordes Súper" empezaba a tocar.

"¡Vamos, tenemos que encontrarla rápido!", dijo Lucas, decidido.

Los tres comenzaron a buscar por todas partes. Preguntaron a otros niños, a artistas del lugar e incluso a los puestos de comida. Cada vez que se acercaban a un grupo de gente, la emoción del concierto resonaba a su alrededor, pero la preocupación aumentaba.

Finalmente, valiente y decidida, Valentina gritó: "¡Miren! Allí está, ¡al lado de los globos!"

"¡Sofía!", gritaron al unísono Lucas y Mamá cuando la vieron saltando y riendo con otros niños.

Sofía se acercó corriendo.

"¡Miren lo que tengo! ¡Un globo en forma de mariposa!"

"Te dijimos que no te alejaras", dijo Mamá, aliviada pero un poco molesta.

"Lo sé, pero estaba muy divertido. Y miren, está por empezar la banda", respondió Sofía.

Aunque habían pasado un pequeño susto, regresaron al lugar donde se habían asentado justo cuando la banda comenzaba a tocar su canción más famosa, "Dancing in the Clouds". Todos comenzaron a bailar de alegría. La música llenó el aire y la familia se unió en un gran abrazo mientras saltaban juntos.

"Esto es lo mejor que me ha pasado en la vida", dijo Sofía emocionada.

"No olvidemos este momento nunca. En la música estamos todos juntos", añadió Valentina.

Mientras bailaban al ritmo de la música, las luces del escenario brillaban y el ambiente estaba lleno de alegría. Se dieron cuenta de que, aunque a veces podían preocuparse unos por otros, lo más importante era estar siempre juntos como familia.

Así, disfrutaron del concierto y, con cada canción, se hicieron promesas.

"Prometamos siempre cuidarnos y estarnos apoyando en las buenas y en las malas", propuso Lucas.

"¡Sí! ¡Siempre juntos!", respondieron Valentina y Sofía.

Cuando finalmente el concierto terminó, el sol estaba bajando y las luces del parque se encendieron, iluminando todo. La familia Ruiz regresó a casa con sonrisas enormes en sus rostros, llenos de memorias y promesas.

Y así, en un simple pero mágico día, aprendieron que la música y el amor en familia son las melodías más lindas de la vida.

FIN.

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