El concierto solidario de Coco Loco



En la escuela Santiago Iglesias había un coco muy especial que se llamaba Coco Loco. A diferencia de los demás cocos, Coco Loco tenía la habilidad de hablar y siempre contaba historias maravillosas a los niños durante el recreo.

Un día, mientras los niños jugaban en el patio, un fuerte terremoto sacudió la escuela. Todos los niños entraron en pánico y no sabían qué hacer.

Pero Coco Loco, con su voz calmada, les dijo: "Tranquilos chicos, si nos mantenemos juntos y seguimos las indicaciones de los profesores estaremos seguros". Los niños siguieron las palabras de Coco Loco y lograron salir ilesos del terremoto.

Después de ese incidente, todos en la escuela le tenían un cariño especial al coco parlante. Un día, durante una clase de música, la maestra les propuso a los niños hacer un concierto para recaudar fondos para ayudar a reconstruir una escuela que había sido afectada por el terremoto.

Todos estaban emocionados con la idea y empezaron a ensayar sus instrumentos. "¡Vamos chicos! ¡Con esfuerzo y dedicación lograremos hacer un gran concierto!", animaba Coco Loco desde su lugar en el patio. Los días pasaron y llegó finalmente el día del concierto.

Los padres, vecinos y amigos se reunieron en el patio de la escuela para disfrutar de la música de los talentosos estudiantes.

Cuando llegó el turno de Coco Loco para participar en el concierto, todos quedaron sorprendidos al ver que podía tocar la habichuela como si fuera una flauta mágica. Su melodía era tan hermosa que todos se emocionaron hasta las lágrimas.

Al final del concierto, se logró recaudar una buena cantidad de dinero gracias a la generosidad de todos los asistentes. La escuela afectada por el terremoto recibió ayuda para ser reconstruida y todos celebraron con alegría ese acto solidario. Desde ese día, Coco Loco se convirtió en todo un héroe en la escuela Santiago Iglesias.

Los niños aprendieron que con esfuerzo, solidaridad y trabajo en equipo podían superar cualquier desafío que se les presentara. Y así termina esta historia donde un coco parlante enseñó a los niños grandes lecciones sobre valentía, colaboración y música.

¡Hasta pronto!

FIN.

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