El concurso de deletreo mágico
Había una vez en el país de las letras, una peculiar familia llamada "Los Vocales". La mamá se llamaba A, el papá E y los hermanos eran I, O y U.
Vivían en una casita muy colorida en medio del abecedario. Un día, la mamá A tuvo una brillante idea. "¡Familia! ¿Qué les parece si organizamos un concurso de deletreo? El ganador recibirá un premio sorpresa", exclamó emocionada. "¡Sííí!", gritaron los hijos entusiasmados.
Cada uno de ellos tenía que deletrear diferentes palabras para demostrar quién era el mejor. El pequeño I deletreó —"Isla" , la letra O deletreó —"Oso" y la letra U deletreó —"Uva" . Todos lo hicieron muy bien, pero faltaba el papá E.
Era el turno del papá E de deletrear su palabra. Se puso nervioso porque no estaba acostumbrado a tantas luces y cámaras. Respiró hondo y comenzó: "E-elefante", dijo con voz temblorosa.
Todos aplaudieron al escuchar la palabra correctamente escrita por el papá E. ¡Había ganado el concurso! La mamá A le entregó un trofeo brillante como premio. Después del concurso, la familia decidió salir a dar un paseo por el abecedario.
En su camino se encontraron con la malvada Bruja Ortografía, quien odiaba a los Vocales y quería hacerles daño. La bruja lanzó un hechizo que hizo desaparecer a todos menos al papá E, quien logró esquivarlo gracias a su astucia.
Buscando una solución, recordó algo importante: juntar sus fuerzas como familia para vencer cualquier obstáculo. Con valentía, fue en busca de sus seres queridos desaparecidos.
Tras recorrer cada rincón del abecedario sin éxito, decidió regresar donde había enfrentado a la bruja Ortografía e implorar por ayuda divina para salvar a su familia. Fue entonces cuando recordó las palabras mágicas que la mamá A siempre le repetía: "En unidad está nuestra fuerza".
Al pronunciar esas palabras con todo su corazón, apareció un destello de luz que devolvió a los Vocales junto al papá E sano y salvo. Juntos derrotaron a la bruja Ortografía y vivieron felices para siempre en armonía y trabajo en equipo.
Y así fue como la familia Vocales aprendió que, unidos y apoyándose mutuamente, podían superar cualquier desafío que se les presentara en su mágico mundo de letras.
FIN.