El concurso de dibujo en Villa Esperanza
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un policía llamado Tomás, una artista llamada Sofía y una doctora llamada Valentina. Los tres vivían en casas cercanas y eran muy buenos amigos.
Un día, mientras paseaban por el parque del pueblo, vieron a un grupo de niños tristes y desanimados. Se acercaron para preguntarles qué les sucedía y los niños les contaron que estaban aburridos porque no tenían nada interesante que hacer.
Tomás, Sofía y Valentina se miraron entre ellos y tuvieron una idea brillante. Decidieron unir sus talentos para ayudar a los niños del pueblo a encontrar algo divertido y educativo para hacer. "¡Tengo una idea!" -exclamó Tomás-.
"Podríamos organizar un concurso de dibujo para que los niños muestren su creatividad". "¡Sí! Y yo puedo ofrecer mi consultorio como lugar para exponer todas las obras de arte!" -agregó entusiasmada Valentina.
"Y yo me encargaré de conseguir premios para los ganadores del concurso" -dijo Sofía emocionada. Los tres amigos trabajaron juntos durante días para organizar el concurso de dibujo. Invitaron a todos los niños del pueblo a participar y les dieron materiales para que pudieran expresar su creatividad libremente.
El día del concurso llegó y el consultorio de Valentina se llenó de coloridas obras de arte hechas por los pequeños artistas. Había dibujos de animales, paisajes, superhéroes y muchas otras cosas maravillosas.
Después de mucho deliberar, Tomás, Sofía y Valentina eligieron a tres ganadores que recibieron increíbles premios donados por comerciantes locales. Pero lo más importante fue ver la alegría en los rostros de todos los niños al ver sus obras expuestas y valoradas.
Desde ese día en adelante, Villa Esperanza se convirtió en un lugar lleno de actividades divertidas y educativas para todos gracias al esfuerzo conjunto del policía, la artista y la doctora.
Y lo más importante, demostraron que cuando las personas trabajan juntas pueden lograr grandes cosas ¡incluso hacer sonreír a todo un pueblo!