El concurso de la playa limpia


Había una vez, en una hermosa playa de arena blanca, un grupo de niños que se divertían jugando y construyendo castillos. Martín, Sofía y Lucas eran los mejores amigos y siempre pasaban juntos sus tardes en la playa.

Un día, mientras estaban jugando cerca del mar, se dieron cuenta de que había basura esparcida por toda la playa. Botellas de plástico, envoltorios de comida y bolsas volaban por el viento.

Los niños se entristecieron al ver cómo su lugar favorito estaba tan sucio. "¡Qué tristeza! Nuestra playa está llena de basura", dijo Sofía con voz triste. "Es verdad", respondió Lucas. "Pero no podemos quedarnos aquí lamentándonos.

¡Tenemos que hacer algo!"Los tres amigos se pusieron a pensar en cómo podrían limpiar la playa y resolver ese problema. Fue entonces cuando Martín tuvo una idea brillante. "¡Ya sé lo que podemos hacer! Podemos organizar un concurso para todos los niños del pueblo", exclamó emocionado.

"¿Un concurso? ¿Cómo nos ayudaría eso?", preguntó curiosa Sofía. Martín explicó su plan: "Podemos pedirle a cada niño que traiga una bolsa grande para recolectar basura.

Después, dividimos la playa en diferentes zonas y aquellos que más basura recojan ganarán premios". Sofía y Lucas sonrieron al escuchar el plan de Martín. Juntos comenzaron a repartir volantes por todo el pueblo invitando a los niños a participar en el gran concurso de limpieza.

El día del concurso llegó y la playa estaba llena de niños entusiasmados con sus bolsas listos para limpiar. Martín, Sofía y Lucas se encargaron de organizar a los equipos y explicar las reglas del juego.

"Chicos, el objetivo es recolectar la mayor cantidad de basura posible y depositarla en las bolsas", dijo Martín. Los niños comenzaron a correr emocionados por toda la playa, reagarrando todo tipo de basura que encontraban.

Pronto, las bolsas se llenaron y los equipos regresaron al punto de partida para contar su botín. Después de un buen rato contando cada pieza de basura recolectada, llegó el momento de anunciar a los ganadores. Todos los niños estaban nerviosos esperando escuchar sus nombres.

Martín subió al escenario improvisado y anunció: "El equipo ganador es... ¡todos ustedes! ¡Han hecho un trabajo increíble!"Los niños se miraron sorprendidos. No podían creer que todos fueran ganadores. "¡Todos hemos trabajado juntos para limpiar nuestra playa!", exclamó Sofía emocionada.

A partir de ese día, los niños comprendieron lo importante que era cuidar el medio ambiente. Decidieron reunirse una vez al mes para limpiar la playa y mantenerla siempre hermosa.

Y así, gracias al ingenio y compromiso de Martín, Sofía y Lucas, esa playa volvió a ser el lugar mágico donde todos podían disfrutar sanamente. Aprendieron que no importaba cuán pequeños fueran, siempre podían hacer una gran diferencia en el mundo si trabajaban juntos por una buena causa.

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