El Concurso de las Estrellas



dientes y se divirtieron saltando sobre las nubes de algodón. Mateo estaba maravillado con aquel mundo mágico y no podía dejar de sonreír.

Un día, mientras exploraban el bosque encantado, Brillito y Destellita encontraron una carta perdida en el suelo. Mateo la recogió y vio que era una invitación para participar en un gran concurso de conocimientos. Emocionado, decidió aceptar el desafío junto a sus nuevos amigos. El concurso consistía en responder preguntas difíciles sobre diferentes temas.

Mateo sabía que necesitaba prepararse si quería tener alguna posibilidad de ganar. Así que, todos los días, después de jugar y divertirse en el mundo mágico, dedicaban tiempo a estudiar juntos.

Brillito les enseñaba sobre las constelaciones y los planetas del universo, mientras Destellita compartía su sabiduría sobre las plantas y los animales del bosque encantado. Mateo aprendió mucho gracias a ellos y se sintió más confiado para enfrentar el desafío. Llegó finalmente el día del concurso.

El lugar estaba lleno de niños ansiosos por demostrar sus conocimientos. Mateo se sentó al lado de Brillito y Destellita, quienes le dieron ánimos antes de comenzar.

La primera pregunta fue difícil pero Mateo recordó lo que había aprendido: "¿Cuál es la estrella más cercana a la Tierra?" El niño levantó rápidamente su mano y respondió correctamente: "¡El Sol!"Los demás participantes quedaron sorprendidos por su respuesta acertada.

A medida que avanzaba el concurso, Mateo seguía respondiendo preguntas difíciles y sorprendiendo a todos. Brillito y Destellita estaban orgullosos de él.

Llegó la última pregunta, la más difícil de todas: "¿Cuál es el animal más veloz del mundo?" Mateo se quedó pensativo por unos segundos y luego levantó su mano decidido. El moderador le dio la palabra. "La respuesta es el guepardo", dijo con seguridad. El salón se llenó de aplausos y ovaciones.

Mateo había ganado el concurso gracias a todo lo que había aprendido junto a sus amigos mágicos. Recibió un premio especial y una medalla brillante que llevaba grabada la palabra —"Conocimiento" .

Después del concurso, Mateo decidió regresar al mundo real para compartir todo lo que había aprendido con sus compañeros de escuela. Brillito y Destellita lo acompañaron en su aventura hasta llegar nuevamente al armario mágico. Mateo nunca olvidaría aquel mundo lleno de estrellas brillantes ni a sus amigos mágicos.

Aprendió que el conocimiento era valioso y que podía abrir puertas hacia nuevas experiencias emocionantes. Desde entonces, Mateo se convirtió en un niño curioso e inquieto por aprender cada día más.

Siempre recordaba las enseñanzas de Brillito y Destellita: que no hay límites para explorar, descubrir nuevos horizontes y convertirse en alguien mejor gracias al poder del conocimiento.

Y así, mientras crecía, compartía su pasión por aprender con otros niños, inspirándolos a abrir las puertas de la imaginación y descubrir los tesoros ocultos que se encuentran en cada rincón del mundo. Fin.

FIN.

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