El concurso del amor en la IPET 47



Había una vez en la escuela IPET número 47, una niña llamada Chicha Yesica. Era una niña muy alegre y simpática que siempre estaba dispuesta a ayudar a sus compañeros.

Un día, llegó un chico nuevo a la escuela, se llamaba Alejandro y tenía la misma edad que Chicha Yesica. Desde el primer momento en que se vieron, Chicha Yesica sintió algo especial por Alejandro.

Se hicieron amigos rápidamente y comenzaron a pasar mucho tiempo juntos en la escuela. Juntos compartían risas, juegos y secretos. Un día, durante el recreo, Alejandro le confesó a Chicha Yesica que le gustaba mucho su forma de ser y que sentía algo especial por ella también.

Chicha Yesica se puso muy contenta al escuchar esas palabras y sintió mariposas en el estómago. "¡Chicha Yesica! ¿Quieres ser mi novia?" -le preguntó tímidamente Alejandro.

Chicha Yesica no podía contener la emoción y con una gran sonrisa respondió: "¡Sí, me encantaría ser tu novia!"Desde ese día, Chicha Yesica y Alejandro eran inseparables. Pasaban juntos cada momento en la escuela e incluso comenzaron a estudiar juntos para apoyarse mutuamente en sus tareas escolares. Pero un día, llegó una noticia inesperada.

La directora de la escuela anunció que estaban organizando un concurso de talentos para recaudar fondos para obras benéficas en la comunidad. Todos los alumnos estaban emocionados con la idea de participar.

Chicha Yesica y Alejandro decidieron presentarse juntos al concurso de talentos. Chicha Yesica mostraría su habilidad para cantar mientras que Alejandro demostraría su destreza para tocar la guitarra. Llegó el día del concurso y ambos estaban nerviosos pero emocionados por compartir su talento con todos.

Cuando les tocó subir al escenario, brillaron como nunca antes lo habían hecho. La voz dulce de Chicha Yesica combinada con los acordes melodiosos de Alejandro cautivaron al público entero.

Al finalizar su actuación, recibieron una ovación de pie y fueron declarados ganadores del concurso de talentos. Estaban felices no solo por haber ganado sino también por haber podido compartir ese momento tan especial juntos.

Desde entonces, Chicha Yesica y Alejandro siguieron siendo novios inseparables en la escuela IPET número 47. Aprendieron juntos sobre el valor del trabajo en equipo, la amistad verdadera y cómo apoyarse mutuamente en cada desafío que se les presentara.

Y así fue como esta historia de amor entre dos jóvenes llenó de alegría y enseñanzas inspiradoras a toda la comunidad escolar.

FIN.

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