El Cóndor de las Sierras
En lo alto de las imponentes sierras vivía un majestuoso cóndor llamado Diego. Diego era el rey de los cielos, con sus alas extendidas y su mirada aguda.
Pero a pesar de su gran tamaño y poder, Diego era un cóndor amable y compasivo. Pasaba sus días volando entre las montañas, cuidando de su familia y observando a los demás animales. Un día, mientras volaba sobre el valle, Diego vio a un pequeño zorro atrapado en una trampa.
El zorro lloraba de dolor y miedo. Diego descendió rápidamente y con sus afiladas garras liberó al zorro. - ¡Gracias, señor cóndor! - dijo el zorro, aliviado. - No hay de qué, amigo zorro.
Todos debemos ayudarnos unos a otros en las sierras. Desde ese día, Diego se convirtió en el protector de los animales del valle. Volaba por encima de ellos, atento a cualquier peligro, y siempre estaba dispuesto a brindar ayuda.
Un día, una familia de ciervos perdió a su cría en un deslizamiento de rocas. Diego consoló a los angustiados padres y organizó a los demás animales para buscar a la cría. Después de horas de búsqueda, encontraron al pequeño ciervo a salvo.
La familia de ciervos, agradecida, agradeció a Diego por su valiosa ayuda. Y así, Diego se convirtió en una leyenda en las sierras, enseñando a todos la importancia de la empatía y la solidaridad.
Los animales aprendieron a mirar más allá de sí mismos y a cuidar de los demás, gracias al noble ejemplo del cóndor de las sierras.
FIN.