El Conector de la Amistad y el Dragón Oscuro
Había una vez en un bosque encantado donde vivían los Conectores, seres mágicos que tenían la habilidad de unir a las personas a través de hilos brillantes que salían de sus manos.
Cada uno de ellos representaba un tipo diferente de conexión: amistad, amor, familia, etc. Un día, el Conector de la Amistad llamado Coco estaba paseando por el bosque cuando escuchó llantos provenientes de detrás de unos arbustos.
Se acercó con curiosidad y descubrió a una pequeña ardilla llorando desconsolada. "¿Qué te sucede, pequeña ardilla?" -preguntó Coco con ternura.
La ardilla levantó la mirada y entre sollozos le contó que se había peleado con su mejor amiga, otra ardilla llamada Maní, y desde entonces no se hablaban. Coco sintió mucha tristeza al ver a las dos amigas separadas y decidió ayudarlas. Con cuidado, Coco tomó dos hilos brillantes: uno rosado para la ardilla llorona y otro verde para Maní.
Con sus manos mágicas comenzó a tejer una madeja especial que unía ambos hilos. Poco a poco, las hebras brillantes fueron extendiéndose hasta llegar al corazón de cada una de las amigas.
Al sentir la conexión restablecida, las dos ardillas se miraron sorprendidas y luego se abrazaron con alegría. "¡Gracias, Coco! ¡No sé qué haría sin mi amiga!" -dijo la pequeña ardilla entre risas.
Coco sonrió satisfecho al verlas juntas nuevamente y les recordó lo importante que era comunicarse y resolver los problemas hablando en lugar de pelear. Pero la historia no terminaba ahí. Mientras seguían abrazadas, un rugido resonó en el bosque haciendo temblar el suelo.
De entre los árboles emergió un feroz Dragón Oscuro que lanzaba fuego por la boca. Las dos ardillas gritaron asustadas pero Coco les hizo señas para que se calmaran. Rápidamente tomó más hilos brillantes: uno plateado para él mismo y otro dorado para las ardillas valientes.
Con destreza, Coco tejía una red protectora alrededor del Dragón Oscuro mientras les decía a las ardillas:"¡Deben confiar en ustedes mismas! Juntas son más fuertes. "Las valientes amigas asintieron y decidieron enfrentar al dragón junto a Coco.
Unidas por los hilos dorados resplandecientes avanzaron hacia la bestia mientras esta lanzaba llamaradas amenazadoras. Con astucia e ingenio lograron distraer al dragón el tiempo suficiente para que Coco pudiera tejer un nudo poderoso en su hocico, impidiéndole seguir lanzando fuego.
El dragón gruñó furioso pero finalmente se calmó al sentir el amor y solidaridad emanando de aquellos seres tan diminutos pero valientes frente a él.
Y así, gracias a la magia de los Conectores y la fuerza de la verdadera amistad, lograron transformar al temible Dragón Oscuro en un guardián amigo del bosque dispuesto siempre a protegerlos. Desde ese día en adelante, todos aprendieron que incluso los problemas más grandes pueden resolverse si nos mantenemos unidos y confiamos unos en otros.
FIN.