El Conejo Pepito y la Búsqueda de Amigos
En un hermoso bosque, vivía un conejo llamado Pepito. A Pepito le encantaba jugar y saltar por todas partes, pero se sentía triste porque no tenía amigos con quienes compartir sus juegos.
En una hermosa mañana de primavera, Pepito decidió emprender la búsqueda de amigos. Se adentró en el bosque y se encontró con Simón, el zorro. - 'Hola, Simón. ¿Te gustaría jugar conmigo?' - preguntó Pepito.
Simón, mirando con desconfianza, respondió: - 'Los zorros y los conejos no pueden ser amigos, lo siento'. Pepito se sintió desilusionado, pero decidió seguir su búsqueda. En su camino, conoció a Lola, la ardilla, y le propuso jugar juntos.
- 'Lo siento, Pepito, pero los conejos son muy rápidos y los juegos serían aburridos para mí' - explicó Lola. El pequeño conejo empezaba a sentirse muy triste. Decidió sentarse bajo un árbol, pensando que tal vez nunca encontraría un amigo. De pronto, escuchó una voz desde lo alto. Era Tito, el pájaro carpintero.
- '¡Hola, Pepito! ¡Yo quiero jugar contigo!' - exclamó Tito bajando de su observatorio. Pepito, sorprendido, le preguntó: - '¿No te importa que sea un conejo?' - 'Claro que no, me importa que seas divertido y amigable', respondió Tito.
Pepito y Tito pasaron horas jugando y riendo juntos. Pepito aprendió que la verdadera amistad no entiende de diferencias y que siempre habrá alguien dispuesto a ser su amigo.
Desde ese día, Pepito y Tito se convirtieron en los mejores amigos del bosque, compartiendo aventuras y alegrías. Y así, el conejo Pepito encontró que, aunque las diferencias puedan existir, la amistad siempre puede florecer.
FIN.