El Conejo Saltarín y el Jardín de Sueños
En un bosque colorido y lleno de vida, vivía un conejo llamado Saltarín. Saltarín era un conejo no solo rápido, sino también muy curioso. Cada día, se aventuraba a descubrir nuevos rincones de su hogar. Sus amigos, la tortuga Tula y el pájaro Pico, siempre lo seguían en sus travesuras.
Un día, mientras Saltarín saltaba alegremente entre los arbustos, escuchó un susurro suave entre las flores.
"¿Quién anda ahí?"-, preguntó Saltarín, mirando a su alrededor.
"Soy yo, El Jardín de Sueños"-, respondió una voz melodiosa. Saltarín nunca había oído hablar de ese lugar.
"¿El Jardín de Sueños?"-, dijo Saltarín, con los ojos muy abiertos, "¿Es un lugar mágico?"-
"Sí, lo es"-, contestó el jardín, "Pero solo aquellos que creen en sus sueños pueden encontrarlo"-.
Saltarín se emocionó. "¿Cómo puedo llegar hasta allí?"-
El jardín explicó que debía seguir el sendero de los colores brillantes.
"No será fácil, pero con determinación y ayuda de tus amigos, lo lograrás"-, agregó.
Saltarín corrió hacia Tula y Pico, quienes estaban disfrutando del sol. "¡Chicos! ¡Encontré un lugar maravilloso! Se llama El Jardín de Sueños, y quiero ir a verlo. Necesito su ayuda"-.
"Claro que sí, amigo"-, respondió Tula con su voz tranquila, "Vamos a ayudarte a encontrarlo"-.
Pico aplaudió sus alas, "¡Vamos a buscarlo! ¡Sería una aventura increíble!"-
Así, los tres amigos comenzaron su travesía, siguiendo el sendero de colores. Saltarín saltaba emocionado, mientras Tula se movía lentamente, disfrutando del paisaje. Pico volaba por encima, buscando el camino.
A medida que avanzaban, se encontraron con varios desafíos. Una vez tuvieron que cruzar un arroyo, que estaba más caudaloso de lo que pensaban.
"¿Cómo vamos a cruzar?"-, se preguntó Tula, preocupada.
"Podemos hacer un puente con palos y hojas"-, sugirió Saltarín con entusiasmo.
Con esfuerzo y trabajo en equipo, tardaron un rato, pero lograron construir un pequeño puente. "¡Esto es genial!"-, exclamó Saltarín, "¡Vamos, crucemos!"-
Una vez en la orilla, continuaron camino, pero se encontraron con una colina empinada.
"Esto se ve complicado"-, dijo Pico, volando bajo para observar la altura.
"Podemos llegar a la cima si nos ayudamos entre nosotros"-, propuso Tula.
Saltarín animó a sus amigos, "¡Vamos! ¡Lo lograremos juntos!"-
Con el apoyo de Tula, que empujaba a Saltarín desde atrás, y Pico que animaba desde el aire, finalmente alcanzaron la cima. Al llegar a la cima, fueron recibidos por un espectacular paisaje.
"Miren eso…"-, dijo Saltarín, asombrado. "¡Es precioso!"-
Bajaron la colina y siguieron el sendero brillante. De repente, se encontraron con un árbol gigante, cuyas ramas se extendían por todo el lugar.
"¿Será aquí?"-, preguntó Tula. "Detrás de este árbol paralizado puede estar El Jardín de Sueños"-.
Saltarín se acercó y, al rodear el árbol, ¡descubrió una puerta misteriosa!"¡Chicos, aquí está!"-, gritó emocionado. "¡Vamos a abrirla!"-
Los tres amigos se miraron con anticipación y empujaron la puerta. Cuando entraron, quedaron boquiabiertos. El Jardín de Sueños era un lugar lleno de flores que brillaban, árboles de caramelos, y un lago de agua cristalina. Los colores estaban más vivos que nunca, y una melodía suave llenaba el aire.
"¡Es increíble!"-, dijo Tula, profundamente impresionada. "Nunca vi algo así"-.
"¿Y qué soñaremos hoy?"-, preguntó Pico, que no podía dejar de revolotear con alegría.
"Hoy soñaremos con todo lo que queremos ser en el futuro"-, dijo Saltarín, emocionado.
Así, todos cerraron los ojos y empezaron a soñar. Saltarín soñó ser el héroe del bosque, Tula soñó ser la tortuga más sabia, y Pico soñó con volar hasta las estrellas.
Cuando abrieron los ojos, el Jardín de Sueños les sonrió.
"Recuerden, amigos, que los sueños no solo se viven aquí. Ustedes pueden hacer que se hagan realidad trabajando y creyendo en ustedes mismos"-, susurró el Jardín.
Después de pasar un tiempo jugando y soñando, Saltarín, Tula y Pico decidieron regresar a casa, llevando en el corazón una enseñanza invaluable.
En el camino de vuelta, Saltarín sonrió, "Lo más importante es que siempre podemos soñar y ayudar a otros a alcanzar sus sueños también"-.
A partir de aquel día, Saltarín, Tula y Pico se comprometieron a trabajar juntos en sus sueños, recordando siempre que la amistad y el esfuerzo son las claves para alcanzar cualquier meta. Y así, su aventura en El Jardín de Sueños jamás sería olvidada.
FIN.