El coraje de Mateo

Había una vez en un bosque llamado Arcoíris donde vivía un conejito llamado Mateo.

Mateo era muy alegre y siempre estaba dispuesto a ayudar a sus amigos del bosque, pero tenía un problema: no era valiente como su amigo el lobo Lucas. Un día, mientras paseaba por el bosque, Mateo escuchó unos gritos de auxilio que provenían del otro lado del río.

Sin dudarlo, se acercó para ver qué sucedía y vio que un zorrito estaba atrapado en una red tendida por los cazadores furtivos. El zorrito lloraba desconsoladamente y pedía ayuda. Mateo sintió miedo al ver la situación, pero recordó las historias de valentía de su amigo Lucas. Respiró hondo y decidió actuar.

Se acercó sigilosamente a los cazadores y comenzó a hacerles cosquillas en los pies. Los cazadores empezaron a reírse sin parar y se olvidaron por completo del zorrito atrapado.

"¡Corre, zorrito! ¡Escapa mientras puedas!" -le dijo Mateo al pequeño animalito. El zorrito aprovechó la distracción de los cazadores y logró liberarse de la red gracias a la valentía de Mateo. Estaba tan agradecido que le dio un abrazo muy tierno al conejito.

"¡Gracias, Mateo! ¡Eres muy valiente!" -dijo el zorrito antes de correr hacia la seguridad del bosque. Mateo se sintió orgulloso de sí mismo por haber superado su miedo y salvado al zorrito. Decidió ir en busca de su amigo Lucas para contarle lo ocurrido.

Al encontrar a Lucas, este lo felicitó efusivamente por su acto heroico. "¡Eres increíblemente valiente, Mateo! Estoy orgulloso de ti" -dijo Lucas con una sonrisa enorme en su rostro.

Desde ese día, Mateo entendió que la valentía no significa no tener miedo, sino enfrentarlo para hacer lo correcto. Aprendió que todos podemos ser valientes cuando es necesario y que la amistad verdadera está siempre presente para apoyarnos en cada aventura que enfrentemos juntos.

Y así, entre risas y abrazos, Mateo y Lucas siguieron viviendo emocionantes aventuras en el bosque Arcoíris demostrando que con valor, honestidad y amistad cualquier obstáculo puede ser superado.