El coraje de Pancho



Había una vez en un bosque encantado, un pequeño conejito llamado Pancho. Pancho era muy valiente y siempre estaba dispuesto a ayudar a sus amigos del bosque en cualquier situación difícil que se presentara.

Un día, mientras Pancho jugaba cerca de un río, escuchó unos gritos desesperados. Era su amiga la ardilla Susi, quien estaba atrapada en lo alto de un árbol por un grupo de malvados pájaros.

Sin dudarlo ni un segundo, Pancho decidió ir en su rescate. Corrió velozmente hacia el árbol y comenzó a trepar sin miedo alguno. Los pájaros al verlo llegar, intentaron asustarlo con graznidos amenazantes, pero Pancho les plantó cara con valentía.

"¡Dejen a mi amiga Susi en paz! ¡No permitiré que le hagan daño!", les dijo con determinación. Los pájaros se sorprendieron ante la valentía de Pancho y decidieron soltar a Susi antes de que los enfrentara.

La ardilla bajó sana y salva del árbol y abrazó emocionada a su amigo conejito. "¡Gracias, Pancho! Eres el conejito más valiente y bondadoso del bosque", le dijo Susi entre sollozos de alegría.

A partir de ese día, la noticia sobre la valentía de Pancho se extendió rápidamente por todo el bosque. Los demás animales lo admiraban y respetaban aún más por su acto heroico. Pero la fama no cambió a Pancho, quien seguía siendo humilde y amable con todos.

Sin embargo, la tranquilidad del bosque se vio amenazada por la llegada de un feroz lobo que sembraba el terror entre los habitantes del lugar. Todos estaban asustados e indefensos ante semejante peligro. Pero Pancho sabía que debía hacer algo al respecto.

Decidió ir solo a enfrentarse al lobo para proteger a sus amigos del bosque. Con paso firme y mirada decidida, se dirigió hacia donde habitaba el temible depredador. Cuando lo encontró, el lobo lanzó un rugido desafiante tratando de intimidarlo.

Pero Pancho no retrocedió ni un paso. "Lobo feroz, no permitiré que sigas sembrando el miedo en nuestro querido bosque.

Es hora de que te marches y nos dejes vivir en paz", le dijo con voz serena pero firme. El lobo quedó sorprendido ante tanta valentía proveniente de un pequeño conejito como Pancho. Al ver su determinación y coraje, decidió marcharse sin oponer resistencia.

Desde ese día, nunca más se volvió a saber del lobo en aquel bosque encantado. Pancho regresó triunfante junto a sus amigos quienes lo recibieron entre aplausos y muestras de cariño infinitas.

Habían aprendido que la verdadera valentía no radica en no tener miedo, sino en enfrentarlo para proteger aquello que amamos. Y así, gracias al valor inmenso demostrado por El Conejito Valiente llamado Pancho, el bosque vivió en paz y armonía para siempre jamás.

FIN.

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