El coraje de Pollito Lito
Había una vez en una granja muy lejana, un pequeño pollito llamado Lito. Pollito Lito era diferente a los demás pollitos de la granja. Tenía un plumaje de colores brillantes y siempre estaba lleno de energía y entusiasmo.
Un día, mientras correteaba por el corral, Pollito Lito se tropezó con una piedra y cayó al suelo. Se lastimó una patita y no podía caminar bien.
Los otros pollitos se acercaron preocupados:"¿Estás bien, Pollito Lito?" -preguntó Pipa, la pollita más amistosa del corral. "Sí, solo me lastimé un poco. No se preocupen por mí", respondió Pollito Lito con valentía. Los días pasaron y la patita de Pollito Lito sanaba lentamente.
Mientras tanto, los otros pollitos seguían jugando y correteando por el corral, pero siempre se aseguraban de incluir a Pollito Lito en todas sus actividades.
Una mañana, llegó al corral un visitante inesperado: era Pancha la gallina viajera que venía de recorrer muchos lugares lejanos. Pancha notó enseguida a Pollito Lito cojeando ligeramente y decidió acercarse a hablar con él. "Hola, pequeño Pollito Lito. Veo que estás herido, pero eso no debería impedirte seguir adelante", dijo Pancha con voz sabia.
Pollitio lento levantó la mirada sorprendido: "¿Cómo lo sabes? ¿Tú también has tenido alguna vez una lesión?"Pancha sonrió y respondió: "En mis viajes he aprendido que todos enfrentamos obstáculos en la vida, pero lo importante es cómo decidimos superarlos.
Tú eres fuerte y valiente, querido Pollitio Lento. "Las palabras de Pancha resonaron en el corazón de Pollitio lento. A partir de ese día, decidió no rendirse ante las dificultades y buscar nuevas formas de divertirse en el corral.
Una tarde soleada, mientras los demás pollitos jugaban a las escondidas, Pollitio lento propuso jugar al "corre que te alcanzo". Todos aceptaron emocionados y empezaron a correr por todo el corral.
Para sorpresa de todos, Pollitio lento demostró ser increíblemente rápido a pesar de su patita lastimada. Logró atrapar a todos los demás pollitos e incluso ganarles varias carreras. "¡Increíble! ¡Eres asombroso!" -exclamaron los demás pollitos admirados por la determinación y valentía de Pollitio lento.
Desde ese día en adelante, Pollitio lento siguió siendo parte activa del grupo de pollitos del corral. Aprendió que no importaba si tenía alguna limitación física; lo importante era tener un espíritu valiente y nunca rendirse ante las adversidades.
Y así fue como el pequeño e inspirador Pollitio lento demostró que con determinación y actitud positiva se pueden superar cualquier obstáculo en la vida.
FIN.