El corazón abierto de Isabel



Había una vez dos hermanas muy diferentes entre sí: Isabel, grosera y antisocial, y Sofía, la mejor hermana del mundo. Isabel pasaba sus días gruñendo y molestando a todos a su alrededor con su mal humor.

No le gustaba compartir ni jugar con nadie, siempre prefería estar sola en su habitación. Por otro lado, Sofía era todo lo contrario. Era amable, generosa y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás.

Le encantaba jugar con Isabel, aunque esta nunca quisiera participar. A pesar de eso, Sofía nunca perdía la esperanza de que algún día su hermana se uniera a ella en sus juegos y risas.

Un día, mientras Sofía jugaba en el jardín de su casa, vio a un pajarito herido que no podía volar. Sin dudarlo un segundo, corrió a buscar una caja para ponerlo adentro y cuidarlo.

Cuando Isabel salió de su habitación y vio lo que estaba haciendo Sofía, frunció el ceño y dijo:- ¿Qué estás haciendo con ese sucio pájaro? Déjalo ahí tirado, no vale la pena perder el tiempo con esas tonterías. Pero Sofía ignoró los comentarios negativos de su hermana e insistió en cuidar al pajarito enfermo.

Lo alimentó con migajas de pan y le dio agua fresca todos los días hasta que finalmente pudo volar nuevamente. El pajarito curado revoloteó alrededor de las dos hermanas como si les estuviera dando las gracias por haberlo ayudado.

En ese momento, Isabel sintió algo dentro de ella que nunca antes había experimentado: una sensación cálida en el corazón al ver la alegría en los ojos de su hermana menor.

Desde ese día, Isabel comenzó a cambiar poco a poco. Dejó de ser tan grosera y empezó a mostrar interés por lo que hacía Sofía. Comenzaron a jugar juntas en el jardín, compartían sus juguetes e incluso se reían juntas como nunca antes lo habían hecho.

Sofía había logrado tocar el corazón de su hermana mayor con un gesto tan simple como salvar a un pajarito indefenso.

La bondad y la generosidad de Sofía habían abierto una puerta en el corazón cerrado de Isabel, demostrándole que ser amable y solidaria también podía traer felicidad a su vida. Y así fue como las dos hermanas descubrieron que juntas podían superar cualquier obstáculo y vivir felices compartiendo amor y alegría el resto de sus días.

FIN.

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