El Corazón de Fuego
En un bosque encantado, donde los árboles susurraban secretos y las flores danzaban al compás del viento, vivía una pequeña hada llamada Lira. Su cabello rojo cereza y sus ojos marrones reflejaban la luz del sol como si fueran dos pequeñas estrellas. Sin embargo, a pesar de su belleza, Lira se sentía sola. Nunca había experimentado el amor ni había sentido que alguien la amara realmente.
Un día, mientras revoloteaba entre las flores, Lira se encontró con un elfo de estatura alta, de cabello negro y también con ojos marrones. Su nombre era Eldrin. Eldrin era conocido en el bosque por ser sabio y amable, y había ayudado a muchos seres mágicos con su conocimiento sobre el amor.
"Hola, pequeña hada, ¿por qué te veo tan triste?" - preguntó Eldrin con una voz suave y melodiosa.
"Oh, Eldrin, nunca he amado ni he sido amada. Me siento tan sola..." - respondió Lira con un suspiro.
Eldrin sonrió con comprensión.
"El amor no solo se encuentra entre parejas. Hay muchos tipos de amor, y todos son importantes. Te puedo ayudar a descubrirlos, si quieres".
"¿Realmente podrás enseñarme?" - inquirió Lira con esperanza.
"Sí, pero necesitarás abrir tu corazón y ver con ojos nuevos" - dijo Eldrin, extendiendo su mano.
Lira tomó la mano de Eldrin y juntos comenzaron su viaje por el bosque.
Primero, visitaron a un grupo de mariposas que jugaban alegremente.
"Mira, Lira, ve cómo se cuidan unas a otras. Ese es el amor entre amigos" - explicó Eldrin.
Lira observó cómo las mariposas se ayudaban a limpiarse las alas y a jugar entre ellas. Un calorcito se empezó a despertar en su corazón.
Continuaron su camino hasta que encontraron una pequeña ardilla que compartía sus nueces con sus amigos.
"¿Ves? A veces, el amor se expresa en compartir y en dar. Eso también es amor, Lira" - dijo Eldrin.
"Es hermoso ver a las ardillas ser tan generosas" - respondió la hada, sintiéndose cada vez más conmovida.
Después, llegaron a un claro donde los animales se unían para cantar.
"Ese es el amor por la comunidad, Lira. Ayudarnos y celebrar juntos" - dijo Eldrin.
Lira se unió a la canción, sintiendo una felicidad que no había experimentado antes.
El día terminó y Eldrin, contento de ver cómo Lira abría su corazón, decidió llevarla a un lugar especial.
"Quiero mostrarte el lugar donde se abrazan los árboles más viejos del bosque".
"¿Abrazan los árboles?" - preguntó Lira, intrigada.
"Sí, lo hacen. Ven, te lo mostraré" - respondió Eldrin con una sonrisa.
Al llegar, Lira vio dos imponentes árboles que se entrelazaban con sus ramas y hojas, formando un refugio mágico.
"¿Ves lo que pasa aquí? Esto es amor verdadero. La unión, la conexión y el cuidado mutuo" - explicó Eldrin.
Lira se sintió atrapada por la belleza del momento.
"Eso es increíble, Eldrin. Nunca pensé que el amor pudiera verse de tantas maneras" - dijo, emocionada.
"A veces, el amor está frente a nosotros, pero necesitamos aprender a verlo" - continuó Eldrin.
Sin embargo, un viento fuerte comenzó a soplar, y Lira se asustó.
"¿Qué sucede?" - preguntó ella temblorosa.
"No te preocupes, es solo un desafío. Recuerda, el amor también nos fortalece y nos da valor" - le dijo Eldrin, agarrando su mano con firmeza.
Juntos enfrentaron la tormenta, y pronto el sol brilló nuevamente.
"¡Lo logramos!" - gritó Lira, sintiéndose más fuerte que nunca.
"Sí, porque el amor nos hace más fuertes, Lira"; dijo Eldrin sonriendo.
"¡Gracias, Eldrin! Ahora entiendo que el amor está en todos lados, si solo sé mirar" - exclamó Lira llena de alegría.
Al final del día, Eldrin y Lira volvieron a casa.
"Que tu corazón esté siempre abierto al amor, pequeña hada. No importa si es amistad, generosidad o amor comunitario, todo cuenta" - dijo Eldrin.
"Nunca olvidarlo, lo prometo" - respondió Lira con una sonrisa.
Desde ese día, Lira no solo encontró el amor en su entorno, sino que también lo compartió. Su corazón estaba lleno y ya no se sentía sola. Aprendió que el amor es un regalo que siempre se puede dar y recibir, y así vive feliz en su bosque encantado, rodeada de amigos y lleno de amor.
La pequeña hada roja descubrió que a veces, el amor no es algo que buscamos, sino algo que encontramos cuando nos abrimos a las maravillas de la vida.
FIN.