El Corazón de un Campeón



Había una vez un niño llamado Ángel, que desde pequeño había soñado con ser un gran atleta de atletismo.

Tenía una pasión inmensa por correr y saltar, pero lamentablemente sufría de asma, lo cual le dificultaba participar en competencias deportivas como las que veía en la televisión. Un día, la escuela de Ángel organizó una carrera de atletismo y él estaba decidido a participar.

Su mamá, preocupada por su condición de asma, le dijo: "Ángel, no sé si sea seguro para ti competir. Recuerda lo importante que es cuidar tu salud". Pero Ángel respondió con determinación: "Mamá, por favor confía en mí. Si sueño con esto, sé que lo puedo lograr".

Ángel se preparó arduamente para la carrera. Realizaba ejercicios respiratorios todos los días y seguía al pie de la letra el tratamiento médico recetado por su doctor.

Llegó el día de la competencia y allí estaba Ángel en la línea de salida junto a sus compañeros. - ¡Vamos Ángel! ¡Tú puedes hacerlo! -animaban sus amigos desde las gradas. La carrera comenzó y Ángel corría con todas sus fuerzas.

A mitad del recorrido sintió un poco de dificultad para respirar debido al asma, pero recordando su sueño se negó a rendirse. Se repetía a sí mismo: "Si lo sueño, lo puedo lograr". A pesar de las adversidades, Ángel siguió adelante y finalmente cruzó la meta en tercer lugar.

Sus compañeros lo rodearon emocionados y lo felicitaron por su increíble desempeño. - ¡Lo lograste Ángel! ¡Eres un verdadero campeón! -gritaban todos emocionados. Ángel sonreía radiante mientras recibía su medalla en el podio.

Su mamá lloraba emocionada viendo a su hijo cumplir su sueño a pesar de las dificultades. Desde ese día, Ángel se convirtió en un ejemplo de superación para todos en la escuela. Demostró que con esfuerzo, dedicación y fe en uno mismo, cualquier obstáculo puede ser superado.

Y así, el sueño cumplido de Ángel no solo le brindó una medalla en aquella carrera de atletismo, sino también una lección valiosa: nunca hay que renunciar a nuestros sueños por más difíciles que parezcan; siempre hay una manera de alcanzarlos si creemos en nosotros mismos.

FIN.

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