El corazón que cura


Había una vez un niño llamado Tomás, que tenía un gran corazón lleno de alegría y amor por los demás. Pero había algo que le preocupaba: su hermanita Lucía estaba enferma y necesitaba recibir medicamentos todos los días.

Un día, mientras jugaban en el jardín, Tomás le preguntó a su mamá cómo funcionaba eso de colocarle medicamentos a Lucía.

Su mamá sonrió y le dijo: "Tomás, ¿te gustaría escuchar una historia sobre cómo los médicos ayudan a las personas como Lucía?". El niño asintió emocionado. —"Bien" , comenzó la mamá. "Imagínate que el cuerpo humano es como un globo rojo gigante, lleno de aire fresco y energía.

Pero a veces, algunas personas tienen dificultades para respirar o necesitan recibir medicamentos directamente en su cuerpo".

Tomás imaginó el globo rojo flotando en el cielo azul y preguntó curioso: "¿Cómo hacen para llevar esos medicamentos al corazón?"Su mamá continuó: "Los médicos utilizan algo llamado Port a Cath, que es como una pequeña puertita mágica que se coloca cerca del corazón. Esta puertita tiene forma de globo rojo y permite que los medicamentos lleguen directamente al lugar donde más se necesitan".

Tomás abrió mucho sus ojos y exclamó: "¡Eso suena increíble! ¿Puedo ver cómo funciona?"Su mamá sonrió nuevamente y le explicó: "Bueno, Tomás, no podemos verlo realmente porque está dentro del cuerpo de las personas, pero puedo contarte lo que sucede.

Primero, los médicos hacen una pequeña incisión en la piel para colocar el Port a Cath. Luego, conectan un tubito especial al globo rojo y por ahí pasan los medicamentos".

Tomás imaginó cómo sería tener ese globo rojo cerca de su corazón y preguntó: "¿Duele mucho?"Su mamá le aseguró: "No te preocupes, Tomás. Los médicos se aseguran de que las personas no sientan dolor durante el procedimiento.

Además, el Port a Cath ayuda a evitar pinchazos constantes en los brazos o piernas, así que es más cómodo para recibir los medicamentos". El niño asintió con entendimiento y dijo: "Entonces, ¿el globo rojo ayuda a Lucía a sentirse mejor?"Su mamá le acarició el cabello y respondió: "Exactamente, mi amor.

El globo rojo permite que Lucía reciba sus medicamentos más fácilmente y sin tanto dolor. Así puede recuperarse más rápido y seguir jugando contigo". Tomás sonrió emocionado y abrazó fuerte a su mamá.

Estaba feliz de saber cómo funcionaba eso del Port a Cath y cómo ayudaba a su hermanita. Desde ese día, Tomás cuidaba aún más de Lucía, siempre recordando que dentro de su cuerpecito había un globito rojo mágico que la hacía sentir mejor.

Y así fue como Tomás aprendió sobre el Port a Cath mientras disfrutaban juntos del hermoso camino de la vida lleno de amor y esperanza.

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