El corazón que encontró amigos



Había una vez en un prado colorido, un corazón solitario que sentía que nadie podía entenderlo. Todos los otros corazones estaban juntos en parejas o en grupos, pero él siempre estaba solo. Un día, decidió emprender un viaje para encontrar a alguien que lo comprendiera.

En su aventura, conoció a Corale, una gota de lluvia alegre y juguetona. -Hola, ¿estás triste? - le preguntó Corale al corazón. -Sí, estoy muy solo en el amor -respondió el corazón con tristeza.

Corale le presentó a Mateo, un rayo de sol brillante y enérgico. -¡Hola! ¿Por qué tienes esa carita triste? -preguntó Mateo al corazón. El corazón le contó sobre su soledad en el amor. Mateo se puso alegre y dijo: -¡No te preocupes! Vamos a encontrar a más amigos para ti.

Así, los tres amigos continuaron su búsqueda y encontraron a Lolita, una mariposa risueña y amistosa. -¡Hola, hola! ¿Por qué estás tan cabizbajo? -preguntó Lolita al corazón. El corazón suspiró y le contó sobre su soledad. Lolita dijo con entusiasmo: -Bueno, nosotros seremos tus amigos y encontrarás que el amor se puede encontrar en muchas formas diferentes.

Juntos, Corale, Mateo y Lolita llevaron al corazón a través del prado, presentándole a otros corazones solitarios, alegres luciérnagas, tiernos animalitos y muchas otras maravillas de la naturaleza. El corazón comenzó a entender que el amor estaba en todas partes, no solo en las parejas, sino también en la amistad y en el cuidado mutuo.

Finalmente, el corazón comprendió que no estaba solo en el amor, porque el amor se encontraba en la amistad y en las conexiones que había forjado en su viaje. Agradecido, abrazó a sus nuevos amigos, sintiendo una calidez en su interior que nunca había experimentado antes.

Desde ese día, el corazón ya no se sentía solo, pues había encontrado el amor en todas partes, y sobre todo, en la maravillosa amistad de Corale, Mateo, y Lolita.

FIN.

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