El Coro Polifónico de Mercedes y los Huevos Perdidos



Era una hermosa mañana en la ciudad de Mercedes, cuando el Coro Polifónico se estaba preparando para su gran recital. Todos los integrantes estaban emocionados, ya que iba a ser una actuación especial en la plaza central. Sin embargo, había un problema: los huevos que debían usar para hacer la torta de celebración habían desaparecido misteriosamente.

Cada uno de los integrantes del coro comenzó a preguntarse qué podría haber pasado. La directora del coro, la Señora Marta, reunió a todos para tratar de resolver el enigma.

"Chicos, necesitamos encontrar esos huevos, si no, no podremos celebrar después del recital" - dijo Marta, con preocupación.

"¡No se preocupen!" - exclamó Juan, uno de los más jóvenes del coro. "Podemos hacer una búsqueda. ¡Convocamos a todos los niños del barrio!"

La idea de Juan fue recibida con entusiasmo. Todos se pusieron manos a la obra, y enviaron un mensaje a través de las redes sociales: "¡Se busca! Huevos desaparecidos. Se recompensará con una porción de torta rica". En cuestión de minutos, todos los niños del barrio se presentaron en la plaza.

"¿Qué pasó?" - preguntó Sofía, una niña con una gran sonrisa.

"Se nos perdieron los huevos para la torta. ¡Necesitamos su ayuda!" - contestó Marta, alzando la voz para que todos la escucharan.

Así, con entusiasmo y energía, los chicos se dividieron en grupos. Mientras uno buscaba en los árboles, otros revisaban detrás de las macetas y algunos incluso revisaban en los autos.

Después de un rato, en una esquina de la plaza, un grupo de niños empezó a gritar.

"¡Los encontramos!" - dijeron al unísono, señalando hacia un pequeño nido en el suelo.

"¡Son huevos de verdad!" - exclamó Tomás, emocionado.

"¿Pero son los que necesitamos?" - preguntó Marta, con curiosidad.

"No, estos son de pájaros. Pero nos da una idea, ¿y si hacemos algo especial con los pájaros?" - sugirió Sofía.

La idea era sorprendente. En lugar de buscar más huevos, los chicos decidieron hacer un proyecto sobre la importancia de los pájaros y la naturaleza. Comenzaron a crear carteles y dibujos sobre el tema. Mientras tanto, el Coro Polifónico siguió ensayando sus canciones.

Cuando llegó la hora del recital, los niños del barrio tenían una sorpresa preparada. Al finalizar la presentación musical del coro, Sofía tomó el micrófono.

"Queremos presentarles algo especial. Aparte de la torta que haremos al final, hemos aprendido muchas cosas sobre los pájaros y su importancia en nuestro mundo" - dijo, mostrando los carteles.

Marta, emocionada, aplaudió.

"¡Bravo! Esto es maravilloso. Nunca pensé que nuestra búsqueda iba a ser tan enriquecedora".

La tarde continuó con el coro cantando, los niños compartiendo su nuevo conocimiento y por supuesto, ¡la tan esperada torta! Los huevos que habían faltado comenzaron a ser un símbolo de unión entre todos, y cada vez que alguien hablaba de aquel día, recordaban cómo, a veces, lo que parece un problema puede convertirse en una gran aventura.

Así fue como el Coro Polifónico de Mercedes aprendió no solo a cantar, sino también a valorar la amistad y la naturaleza. Y todo gracias a unas "históricas" travesuras de unos huevos que nunca llegaron a ser parte de la torta.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!