El corral de Juan, Morocha y Jaz




En un corral muy grande vivían Juan, un caballo juguetón y valiente, Morocha, una yegua cariñosa y bondadosa, y Jaz, un potrillo travieso y curioso.

Pero también compartían el corral con una vaca llamada Lola, quien a veces se ponía gruñona y no se llevaba bien con los caballos. Esto causaba muchos problemas, ya que los animales no podían estar juntos en paz. Un día, el granjero Luis decidió tomar una gran decisión.

"Chicos, veo que no se llevan bien con Lola. Voy a dividir el corral en dos, uno para ustedes, los caballos, y otro para Lola y las demás vacas", dijo Luis. Los caballos se pusieron tristes al principio, ya que les gustaba estar todos juntos.

Pero pronto descubrieron que su nuevo corral era amplio y lleno de verde pasto. Y lo mejor de todo, podían correr y jugar sin tener que preocuparse por los gruñidos de las vacas.

En el nuevo corral, Juan, Morocha y Jaz aprendieron a disfrutar de su libertad, a convivir en paz y a vivir en armonía con los demás animales. Aprenderam que no todos los seres son iguales y que cada uno necesita su propio espacio para vivir feliz.

Así, todos se convirtieron en grandes amigos, visitándose a menudo para jugar y compartir. Y, desde entonces, el corral se llenó de risas y alegría, demostrando que siempre hay maneras de solucionar los conflictos y vivir en paz.

FIN.

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