El Craquen y el viaje peligroso



Había una vez un niño llamado Juan que estaba emocionado por su primer viaje en barco con su familia. Ellos querían ir a las Bahamas para disfrutar del sol, la playa y el mar.

Pero lo que no sabían era que tendrían que pasar por el famoso Triángulo de las Bermudas. Mientras estaban navegando, una tormenta los sorprendió repentinamente y un fuerte viento hizo perder el control del barco.

De repente, se encontraron en medio de una neblina espesa y misteriosa. No podían ver nada a su alrededor. Después de varias horas perdidos en la niebla, comenzaron a sentirse asustados y preocupados por cómo encontrar la salida del Triángulo de las Bermudas.

Fue entonces cuando Juan notó algo extraño en el agua: un enorme tentáculo emergiendo del océano. - ¡Mamá! ¡Papá! Miren eso -exclamó Juan señalando hacia el agua- ¡Hay algo ahí! - ¿Qué es eso? -preguntó su padre preocupado.

De repente, apareció ante ellos un enorme calamar gigante o Kraken conocido como "El Craquen". Juan sintió miedo al principio pero pronto se dio cuenta de que el Craquen no quería hacerles daño; todo lo contrario, les estaba ayudando.

Con sus enormes tentáculos, movió hábilmente el barco hacia afuera del triángulo de las Bermudas. La familia miraba asombrada como aquel ser mitológico les guiaba fuera de la neblina densa mientras mantenía seguro su barco con sus poderosos tentáculos.

- Muchas gracias amigo Craquen por ayudarnos -dijo Juan con una sonrisa agradecida. - De nada, pequeño amigo. Me alegra haber podido ayudarlos -respondió el Craquen con voz profunda pero amigable.

Finalmente, cuando salieron del Triángulo de las Bermudas, el sol brilló y la neblina desapareció. La familia estaba a salvo gracias al valiente Kraken que los guió hacia la seguridad. Juan se hizo amigo del Craquen y juntos disfrutaron explorando el océano y descubriendo nuevas aventuras.

Aprendió mucho sobre la naturaleza y cómo respetarla mientras cuidaba de su nuevo amigo mitológico. Desde entonces, cada vez que Juan viajaba en barco no tenía miedo porque sabía que su gran amigo Kraken siempre estaría allí para protegerlo.

Y así fue como Juan aprendió a valorar la amistad incluso en las situaciones más inesperadas e increíbles de la vida.

FIN.

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