El cuadro encantado de Luna



En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, vivía una niña llamada Luna. Luna era una niña curiosa y soñadora a la que le encantaba leer cuentos de fantasía y aventuras.

Un día, mientras paseaba por el bosque cercano al pueblo, encontró un cuadro misterioso apoyado en un árbol. El cuadro era muy colorido y parecía tener vida propia, ya que emitía un brillo especial.

Luna se acercó con cuidado y tocó el cuadro, sintiendo cómo una energía mágica recorría su cuerpo. De repente, el cuadro comenzó a temblar y de él salió un ruido extraño que llenó todo el bosque. - ¡Qué increíble! -exclamó Luna emocionada.

De pronto, el cuadro se abrió como si fuera una puerta hacia otro mundo y Luna sintió miedo pero también mucha curiosidad. Sin pensarlo dos veces, decidió entrar en él y lo que vio la dejó sin palabras: estaba en un paraíso lleno de colores brillantes y criaturas fantásticas.

- ¡Esto es maravilloso! -dijo Luna con los ojos llenos de alegría. En ese lugar mágico, Luna conoció a Miau, un gato parlante muy simpático que la guió por aquel mundo de ensueño.

Juntos vivieron increíbles aventuras volando por el cielo en alfombras mágicas y explorando cuevas encantadas. Pero pronto llegó el momento en que Luna debía regresar a su pueblo.

Miau le dijo:- No tengas miedo de volver a tu mundo real, siempre podrás regresar aquí cuando lo desees. Luna deseaba quedarse en aquel lugar tan especial para siempre, pero sabía que tenía responsabilidades en su vida cotidiana.

Con valentía dio un paso atrás hacia el cuadro y emprendió su caída de vuelta al bosque del pueblo. Al despertar junto al árbol donde había encontrado el cuadro, Luna no podía creer lo vivido. Corrió hacia su casa para contarle todo a sus padres quienes escucharon atentamente cada detalle con asombro.

Desde ese día en adelante, Luna siguió leyendo cuentos de fantasía pero ahora con la certeza de que la magia puede estar en cualquier parte si uno sabe apreciarla.

Y aunque algunos desconfiaban de su historia e incluso la envidiaban por haber vivido algo tan extraordinario, ella sabía que lo importante era creer en sí misma y nunca dejar morir sus sueños.

FIN.

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