El Cuarto Compartido

Sofía y José eran dos buenos amigos que estaban buscando un nuevo apartamento donde vivir. Un día, encontraron un acogedor lugar con una vista impresionante de la ciudad.

Estaban encantados, pero descubrieron que uno de los cuartos era más grande que el otro. Ambos querían el cuarto más grande, y no podían ponerse de acuerdo. Decidieron hablar con el propietario, quien les propuso una solución inesperada.

Les explicó que el cuarto más grande tenía un pequeño problema: una pared estaba pintada en un color que a muchos no agradaba, pero el cuarto pequeño estaba recién pintado en un color hermoso.

El propietario les ofreció una propuesta: si lograban ponerse de acuerdo y trabajar juntos para hacer del cuarto más grande un espacio acogedor y hermoso, podrían compartirlo. Sofía y José, amantes de los desafíos, aceptaron. Comenzaron a planificar, discutir ideas y trabajar juntos.

Pintaron la pared con un diseño creativo y colorido, armaron muebles, pusieron plantas y decoraron con mucho cariño. A medida que trabajaban juntos, se dieron cuenta de que el tamaño del cuarto no importaba tanto como el tiempo que pasaban juntos, divirtiéndose y haciendo del lugar un hogar.

Finalmente, el cuarto grande se convirtió en un espacio que ambos disfrutaban por igual, y se dieron cuenta de que trabajar en equipo había hecho que su amistad fuera aún más fuerte.