El Cuarto Secreto de las Emociones
En un rincón olvidado de una gran casa en el corazón de una colorida ciudad, un grupo de emociones y creatividad, que vivían en armonía, decidió explorar un lugar que nunca antes habían visto. Era un día soleado y la intriga llenaba el aire. Alegría, siempre con una sonrisa, fue la primera en hablar.
"¡Chicos! Este lugar tiene que ser interesante. ¡Vamos a mirar!"
Con su energía contagiosa, Miedo la siguió, un poco cauteloso.
"Pero, ¿y si encontramos algo aterrador?"
"No pasa nada, Miedo, estoy segura que hay cosas divertidas también" dijo Tristeza, quien ya se estaba dejando llevar por la curiosidad.
Mientras tanto, Aburrimiento, que estaba sentado en un rincón jugando con su lápiz, se animó.
"¡Estoy aburrido! ¡Las cosas tienen que cambiar!"
Así fue como se unieron todos: Alegría, Miedo, Tristeza, Aburrimiento, Ansiedad, Envidia, Enojo, y por supuesto, la chispa de todo, Creatividad. Juntos, encontraron una puerta oculta detrás de una estantería polvorienta.
"¿Qué hay detrás de esta puerta?" preguntó Ansiedad, retorciéndose un poco.
"No lo sé, ¡pero debemos averiguarlo!" decía Creatividad, con su brillo característico.
Al abrir la puerta, el grupo se encontró en un cuarto lleno de colores, luces y juguetes. En el centro, un enorme mural que decía “¡Imagina y crea! ”. Todos, fascinados, comenzaron a explorar. Aburrimiento, muy curioso, encontró un pincel.
"¡Miren! Puedo pintar todo lo que quiera"
Entonces, de repente, algo extraño ocurrió. La pintura tomó vida y empezó a llenar el cuarto con una canción alegre. Así, Alegría, al escuchar la música, comenzó a saltar y a bailar.
"¡Esto es increíble!"
Miedo todavía estaba buscando algo de acción más emocionante.
"Creo que deberíamos añadir algo de misterio. ¿Qué pasaría si pintamos algo aterrador?"
Pero Enojo se interpuso.
"¡No! ¡Vamos a hacerlo divertido!"
Así que comenzaron a pintar juntos. Tristeza, tímidamente, hizo una nube llorona que derramaba gotas de colores. Mientras que Envidia pintó un árbol lleno de manzanas doradas.
Pero entonces, algo inesperado pasó. Una sombra oscura se acercó al mural. Era el Desagrado, quien se sintió muy incómodo al ver tantas cosas felices.
"¿Por qué hay tanto color?" dijo Desagrado, frunciendo el ceño.
"Porque estamos divirtiéndonos aquí", respondió Creatividad con entusiasmo.
"Pero eso puede ser… incómodo", dijo Desagrado.
Todos se miraron preocupados, ¿sería posible que Desagrado también pudiera unirse a ellos? Adulta, Alegría, se acercó a Desagrado y le pidió que se quedara.
"Podemos crear algo juntos. No todo lo que hacemos tiene que ser feliz. También podemos hacer algo valioso de lo que no nos gusta. ¿Qué te parece?"
Desagrado empezó a pensar. De pronto, tuvo una idea.
"¿Y si pintamos algo que no nos guste, pero luego le añadimos algo que cambie esa perspectiva?"
La idea fue bien recibida. Así, el grupo empezó a crear una obra donde cada emoción podía ser expresada. Juntos pintaron nubes grises pero también arcoíris que salían de ellas.
Finalmente, cuando terminaron, el mural era una obra maestra que contaba la historia de cada emoción, reflejando la belleza de aquellos momentos difíciles y felices.
"Esto es lo que somos“, dijo Tristeza.
El Cuarto Secreto de las Emociones se convirtió en un lugar de encuentro. Allí, cada una de ellas tenía su espacio, y cada emoción podía ser válida, sin sentirse excluida. Comprendieron que juntas formaban una imagen completa.
Y así, todos en el cuarto aprendieron algo muy valioso:
"Cada emoción es importante, y cuando las unimos, creamos algo único y especial".
Desde entonces, el cuarto se volvió su refugio donde la creatividad siempre desbordaba y cada emoción encontraba su lugar. Y así, la casa nunca volvió a ser la misma, porque había un cuarto secreto lleno de historias a contar, y de amistad que celebrar.
FIN.