El Cuatro Mágico de Valentina
En ese pueblo vivía una niña llamada Valentina, apasionada por la música y con un gran talento para tocar cualquier instrumento que cayera en sus manos.
Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, escuchó una melodía misteriosa que la atrajo hacia un árbol centenario. Al acercarse, descubrió al cuatro mágico entre las raíces del árbol.
Sin dudarlo, lo tomó entre sus manos y comenzó a tocar una melodía hermosa que parecía salir directamente de su corazón. El cuatro respondió con notas brillantes que llenaron el bosque de alegría y magia. Desde ese momento, Valentina y el cuatro se volvieron inseparables.
Juntos exploraban nuevos sonidos y creaban melodías que encantaban a todos los habitantes del pueblo. La música del cuatro mágico llegaba a cada rincón, llevando esperanza y felicidad a quienes la escuchaban. Pero un día, una sombra oscura se cernió sobre el pueblo.
Una sequía terrible amenazaba con acabar con los cultivos y dejar sin alimentos a todos los habitantes. Valentina sabía que solo la magia del cuatro podría salvarlos, así que decidió organizar un concierto para reunir fondos y ayudar a su comunidad.
El día del concierto llegó y el pueblo entero se reunió en la plaza central para escuchar a Valentina y al cuatro mágico.
Cuando empezaron a tocar, una lluvia de notas mágicas cayó sobre la tierra sedienta, despertando a la naturaleza y trayendo consigo la tan ansiada lluvia. "- ¡Mira Valentina! ¡El agua está regresando!", exclamó emocionado uno de los ancianos del pueblo. La lluvia revitalizó los campos secos y devolvió la vida al pueblo entero.
Todos celebraron junto a Valentina y al cuatro mágico, agradeciendo por el milagro que habían logrado con su música.
Desde ese día, Valentina siguió tocando el cuatro mágico no solo para entretener o emocionar, sino también para recordarle al mundo el poder transformador de la música cuando viene del corazón. Y así, su historia se convirtió en leyenda en aquel pequeño pueblo de Venezuela donde un día floreció la magia gracias al sonido de un instrumento especial: el maravilloso cuatro mágico.
FIN.