El cuento de Bajito y la Mariposa Mágica



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Altura, donde todos los habitantes eran muy altos. Las casas, los árboles y hasta las flores parecían tocar el cielo.

Pero en ese mismo pueblo vivía Bajito, un niño que era diferente a los demás. Bajito siempre se sentía triste porque no podía ser tan alto como sus amigos. Aunque se esforzaba mucho, su estatura nunca cambiaba.

Un día, decidió hablar con su abuelo Don Estirado para pedirle consejo. "Abuelo Don Estirado, ¿por qué soy tan bajito? Me gustaría ser más alto como mis amigos" -dijo Bajito con tristeza. Don Estirado sonrió y le respondió: "Querido Bajito, la altura no define quién eres.

Lo importante es aceptarte tal y como eres y encontrar tus propias fortalezas". Bajito reflexionó sobre las palabras de su abuelo y decidió buscar algo que pudiera hacer bien sin importar su estatura.

Así fue como descubrió su pasión por el arte de contar historias. Le encantaba inventar cuentos mágicos y emocionantes. Un día, mientras caminaba por el bosque cercano al pueblo, encontró una mariposa herida llamada Alegría. Bajito la cuidó con cariño hasta que sanara completamente.

"Gracias por ayudarme", dijo Alegría mientras desplegaba sus coloridas alas. "De nada", respondió Bajito con una sonrisa en el rostro.

Alegría estaba fascinada por las historias que Bajito contaba y le propuso una idea: "¿Qué tal si juntos creamos un espectáculo donde puedas compartir tus cuentos con todo el pueblo?"Bajito aceptó emocionado. Con la ayuda de Alegría, comenzó a preparar un increíble show de marionetas. Diseñaron personajes mágicos y construyeron escenarios maravillosos.

El día del espectáculo llegó y los habitantes de Villa Altura se reunieron en la plaza principal. Todos estaban ansiosos por ver lo que Bajito había creado. Cuando las cortinas se abrieron, Bajito tomó su lugar detrás del escenario y comenzó a contar sus historias con pasión.

Las marionetas cobraron vida y el público quedó asombrado por la magia que emanaba de cada palabra. Al terminar el espectáculo, todos aplaudieron emocionados.

Los habitantes de Villa Altura comprendieron que la altura no era lo más importante, sino las habilidades únicas que cada uno tenía para ofrecer al mundo. Desde ese día, Bajito se convirtió en el narrador oficial del pueblo.

Cada semana contaba nuevas historias llenas de aventuras y enseñanzas para todos los niños y niñas de Villa Altura. La moraleja de esta historia es que no importa si eres alto o bajo, lo importante es encontrar aquello en lo que eres bueno y compartirlo con los demás.

Todos tenemos talentos especiales que nos hacen únicos e importantes en este mundo.

FIN.

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