El cuento de César y Virginia


Había una vez en el Instituto San Martín, dos jóvenes llamados César y Virginia. César era un chico tímido y estudioso, mientras que Virginia era extrovertida y siempre estaba rodeada de amigos.

A pesar de sus diferencias, compartían una pasión por la literatura y pasaban horas discutiendo sobre sus libros favoritos en la biblioteca del instituto. Un día, durante una clase de literatura, la profesora asignó a los estudiantes un proyecto en parejas para escribir un cuento juntos.

César y Virginia fueron elegidos como compañeros, lo que los emocionó mucho. Pasaban tardes enteras trabajando en su cuento, dejando volar su imaginación y creando mundos mágicos llenos de aventuras.

Conforme iban conociéndose mejor a través del proyecto, César empezó a sentir algo especial por Virginia. Su risa contagiosa y su energía positiva iluminaban su día cada vez que estaban juntos. Sin embargo, no se atrevía a confesarle sus sentimientos por miedo al rechazo.

Una tarde, mientras terminaban los últimos detalles de su cuento en la biblioteca, el corazón de César latía con fuerza. Decidió que era el momento adecuado para expresar lo que sentía por Virginia.

Con manos temblorosas y voz entrecortada, se armó de valor y le dijo:"Virginia... hay algo importante que necesito decirte. "Ella levantó la mirada sorprendida y preguntó: "¿Qué pasa, César?""Desde que comenzamos este proyecto juntos, he descubierto lo increíble que eres.

Tu alegría es contagiosa y tu creatividad me inspira cada día más. Quiero ser más que tu compañero de cuento... quiero ser tu amigo especial. "Virginia sonrió dulcemente y tomó las manos de César entre las suyas. "César...

yo también siento algo especial por ti. Eres una persona maravillosa y estoy feliz de tenerte como amigo especial. "Los dos jóvenes se abrazaron emocionados, sintiendo cómo sus corazones latían al unísono.

A partir de ese momento, su amistad se fortaleció aún más e hicieron planes para seguir colaborando en futuros proyectos juntos. El último día del trimestre escolar llegó rápidamente, marcando el final de una etapa llena de aprendizaje y crecimiento personal para César y Virginia.

Se despidieron con lágrimas en los ojos pero con la certeza de que su amistad perduraría a pesar de cualquier distancia.

Y así cerraron un capítulo inolvidable en el Instituto San Martín, sabiendo que el primer beso puede esperar cuando se trata de cultivar relaciones sinceras basadas en el respeto mutuo y la verdadera amistad.

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