El Cuento de la Caperucita Roja



Había una vez en un tranquilo pueblo, una niña llamada Caperucita Roja. Un día, su mamá le pidió que llevara una canasta de comida a su abuelita, quien vivía al otro lado del bosque.

- 'Caperucita, ten cuidado y no te desvíes del camino', le advirtió su mamá. - 'No te preocupes, mamá, estaré atenta', respondió Caperucita mientras se despedía. En el bosque, Caperucita se encontró con el astuto lobo.

- '¿Adónde vas, Caperucita?', preguntó el lobo con una sonrisa maliciosa. - 'Voy a visitar a mi abuelita', respondió Caperucita sin desconfiar. El lobo, con malas intenciones, decidió ir primero a la casa de la abuelita. Al llegar, tocó la puerta. - '¿Quién es?', preguntó la abuelita.

- 'Soy yo, Caperucita. He venido a traerte comida', respondió el lobo disfrazando su voz. Sin sospechar nada, la abuelita abrió la puerta. El lobo la engañó y se la comió de un bocado.

Luego se puso su ropa y se metió en la cama, esperando a Caperucita. Cuando Caperucita llegó, notó algo extraño en su abuelita. - 'Abuelita, ¡qué ojos tan grandes tienes!', exclamó. - 'Son para verte mejor', contestó el lobo con voz dulce. Asustada, Caperucita retrocedió.

En ese momento, el cazador pasaba por allí y escuchó los gritos. Rápidamente entró, enfrentó al lobo y salvó a Caperucita y a su abuelita. Desde ese día, Caperucita aprendió a no confiar en extraños y siempre escuchar a sus mayores.

FIN.

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