El cumpleaños de Clarita y la ovejita



Había una vez en un hermoso prado, una pequeña ovejita llamada Algodoncito que vivía junto a su amiga, la dulce Clarita. Clarita era una niña curiosa y alegre, siempre acompañada por su tierna ovejita.

En un soleado día, Clarita despertó emocionada, pues era el día de su primer cumpleaños. "¡Feliz cumpleaños, Clarita!" exclamó su mamá, abrazándola fuerte. "Gracias, mamá, ¿puedo ir a ver a Algodoncito?" preguntó la niña. "Claro que sí, mi amor", respondió su mamá con una sonrisa.

Al llegar al prado, Clarita encontró a Algodoncito con un lazo rojo en su cuello y un cartel que decía: "Feliz primer año, Clarita". La niña se emocionó tanto que no pudo contener las lágrimas de felicidad.

Juntos, Clarita y Algodoncito celebraron con juegos, canciones y una deliciosa torta de zanahoria, la favorita de la ovejita. Durante la fiesta, Algodoncito le regaló a Clarita una pequeña caja de música que tocaba la canción de cuna que solía cantarle.

"¡Es el regalo más hermoso que recibí!" exclamó Clarita abrazando a su amiguita. Al caer la tarde, cuando el sol comenzaba a esconderse, Clarita miró a Algodoncito y le dijo: "Gracias por hacer de mi primer cumpleaños algo tan especial, Algodoncito.

Eres el mejor regalo que la vida me dio. "Y tú eres la mejor amiga que pude haber encontrado", respondió Algodoncito. Juntas, se acurrucaron bajo un árbol y se durmieron, soñando con más aventuras juntas.

FIN.

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