El cumpleaños de Luna y sus amigos peludos


Anto estaba emocionada. No todos los días era su cumpleaños, y menos aún cuando se trataba de una celebración especial organizada por su mejor amiga Vic.

Habían sido amigas desde que eran pequeñas, compartiendo risas, secretos y aventuras juntas. Al llegar a la casa de Vic, Anto sintió un cosquilleo de emoción en el estómago.

¡Qué sorpresa le tendría preparada su amiga! Al abrir la puerta, no pudo contener su asombro al ver a dos lindas perritas correteando por el pasillo. "¡Feliz cumpleaños, Anto!" exclamó Vic con una sonrisa radiante en el rostro. "¡Gracias, Vic! Pero... ¿qué hacen estas perritas aquí?" preguntó Anto intrigada.

Vic se acercó a las perritas y las acarició con ternura. "Estas son Kaly y Mora", dijo señalando a cada una de ellas. "Son mis nuevas compañeras peludas. Pensé que sería lindo que te acompañaran en tu día especial".

Anto sintió una oleada de felicidad al ver a las adorables perritas. Se agachó para acariciarlas y pronto estaban todas jugando juntas en el jardín. Kaly era traviesa y juguetona, mientras que Mora era más tranquila y cariñosa.

"¡Son increíbles! ¡No puedo creerlo!" exclamó Anto emocionada. La tarde transcurrió entre juegos, risas y abrazos entre Anto, Vic y las dos perritas.

Descubrieron que Kaly adoraba perseguir pelotas y jugar a atraparlas en el aire, mientras que Mora prefería tumbarse bajo un árbol para disfrutar del sol. A medida que caía la tarde, Vic sacó una enorme tarta de cumpleaños decorada con velas brillantes. Cantaron juntas el feliz cumpleaños mientras las perritas miraban curiosas.

"Este ha sido el mejor cumpleaños de mi vida", dijo Anto con lágrimas de alegría en los ojos. Vic le dio un abrazo cálido y sincero. "Eso me alegra mucho, amiga. Sabía que te encantarían Kaly y Mora".

La noche llegó poco a poco, pero la felicidad permaneció en el corazón de Anto. Se dio cuenta de lo maravilloso que era tener amigos verdaderos como Vic y compartir momentos especiales rodeados de amor incondicional tanto humano como canino.

Desde ese día en adelante, Kaly y Mora se convirtieron en parte importante de la vida de Anto junto a Vic; siempre recordaría aquel cumpleaños lleno de sorpresas inesperadas pero llenas también del más sincero afecto.

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