El Cumpleaños de Papá Alejandro
Era un hermoso día soleado en la ciudad. El cielo estaba pintado de azul, y los pájaros cantaban alegremente en los árboles. Hoy era un día especial porque se celebraba el cumpleaños de Alejandro, el papá de Sofía. Sofía, una niña de siete años, había estado planeando la sorpresa perfecta para su papá.
"¡Mamá! ¡Hoy es el cumpleaños de papá! ¿Qué le vamos a regalar?" - preguntó Sofía con emoción.
"Tengo una idea, Sofía. ¿Qué te parece si le hacemos una fiesta sorpresa?" - respondió su mamá, sonriendo.
Sofía saltó de alegría. Nunca había hecho una fiesta sorpresa antes, y quería que fuera muy especial. Juntas comenzaron a preparar todo. Compraron globos, torta y decoraciones. Sofía quería que su papá se sintiera como un verdadero rey en su día.
Mientras se ocupaban de los preparativos, Sofía pensó en un regalo especial.
"Mamá, también quiero hacerle algo que venga de mi corazón, algo que él siempre pueda recordar." - dijo Sofía mientras dibujaba en su cuaderno.
Sofía decidió que le haría un álbum con fotos de todos los momentos felices que habían compartido. Reunió fotos de su primer día de escuela, el día que fueron al parque, y la vez que hicieron una aventura en bicicleta.
Cuando todo estuvo listo, le probaron a su papá que se quedara en su habitación mientras llegaban los amigos y la familia. Sofía estaba nerviosa, pero a la vez muy emocionada.
Finalmente, el momento llegó. Sofía y su mamá le hicieron señas a todos para que se callaran. Sus corazones latían con fuerza.
"¡Ahora!" - susurró la mamá, y Sofía abrió la puerta.
"¡Sorpresa!" - gritaron todos a la vez.
Alejandro, que había estado leyendo un libro, se sorprendió tanto que casi se cae de la silla.
"¡Wow! ¡Qué sorpresa más linda!" - dijo, con una gran sonrisa en su rostro.
"Feliz cumpleaños, papá! Hicimos esto porque te queremos mucho" - exclamó Sofía, dándole un abrazo fuerte.
Después de las risas y los abrazos, todos comenzaron a disfrutar de la torta y los juegos. Sofía presentó su regalo especial a su papá.
"Papá, hice un álbum de nuestros mejores momentos. Quiero que siempre lo tengas para recordar las aventuras que vivimos juntos." - dijo Sofía con su voz temblorosa.
Alejandro abrió el álbum y comenzaron a ver las fotos juntos.
"¡Esto es increíble, Sofía!" - exclamó mirando a cada foto con cariño. "No hay regalo más maravilloso que esto."
Justo cuando pensaban que el día no podía mejorar, se escuchó un fuerte estruendo en el jardín.
"¿Qué fue eso?" - preguntó la mamá, asustada.
Sofía y Alejandro corrieron a la ventana. ¡Era un globo gigante volando e iluminado! Un grupo de animadores venía dirigiéndose hacia la casa con una hermosa casita de juegos inflable.
"¡Sorpresa extra!" - gritaron los animadores mientras dejaban caer los días de colores por todo el jardín.
Sofía no podía creerlo, el globo estaba lleno de juguetes y dulces que se dejaban caer como pequeñas estrellas.
"¡Esto es lo mejor!" - decía Sofía mientras corría hacia el jardín, feliz por el inesperado giro de la fiesta.
Todos los amigos de Sofía se unieron y la fiesta se convirtió en un verdadero festival con juegos, risas y música. Alejandro miraba todo desde lejos, sintiéndose el hombre más afortunado del mundo.
"No hay nada que me haga más feliz que ver a mi familia y amigos tan contentos" - pensó, mientras Sofía jugaba y reía.
Al final del día, se sentaron todos alrededor de la mesa con el resto de la torta y los globos. Alejandro, muy emocionado, se levantó para hablar.
"Quiero agradecerles a todos por hacer de este, uno de los mejores cumpleaños de mi vida. ¡Y un agradecimiento especial a mi Sofía por su regalo tan hermoso!" - dijo Alejandro, abrazando a su hija con un brillo en sus ojos.
Y así, el cumpleaños de papá Alejandro se convirtió en un día lleno de amor, risas y momentos inolvidables, demostrando que lo más importante no son los regalos, sino el tiempo que se comparte con aquellos que amamos.
FIN.