El cumpleaños de Theo y el robo en el parque

El dinosaurio Theo estaba muy emocionado. Hoy era su cumpleaños y había invitado a todos sus amigos al parque para celebrar. -¡Feliz cumpleaños, Theo! -gritaron sus amigos cuando llegó al parque.

Theo estaba muy feliz de ver a sus amigos y de tenerlos allí con él en su día especial. Había preparado muchas actividades divertidas para que todos pudieran disfrutar juntos.

Primero, jugaron una carrera de obstáculos donde tenían que saltar sobre troncos y rocas, pasar por debajo de ramas bajas y escalar pequeñas colinas. Todos se divirtieron mucho tratando de llegar primero a la meta. Después, hicieron una búsqueda del tesoro por todo el parque.

Theo escondió pistas en diferentes lugares y cada pista llevaba a la siguiente hasta encontrar el tesoro final: un gran pastel decorado con frutas frescas. Mientras comían el pastel, hablaron sobre lo mucho que se divertían juntos y las aventuras que habían tenido durante el año pasado.

Pero justo cuando pensaban que la fiesta había terminado, apareció un problema inesperado: ¡un pájaro había robado los regalos de Theo! -¡Oh no! ¡Mis regalos han desaparecido! -exclamó Theo con tristeza.

Sus amigos no dudaron ni un momento en ayudarlo a buscar los regalos perdidos. Corrieron por todo el parque buscando pistas hasta que finalmente encontraron al pájaro jugueteando con los objetos robados cerca del lago del parque. -¡Ese es mi dinosaurio de peluche! -dijo Esmeralda.

-¡Y ese es mi libro de dinosaurios! -exclamó Benicio. Theo estaba muy agradecido con sus amigos por haberlo ayudado a recuperar sus regalos.

Y aunque la fiesta había tenido un pequeño susto, todos se divirtieron muchísimo y aprendieron que siempre pueden contar el uno con el otro en los momentos difíciles. -Gracias por ser mis amigos y hacer este día tan especial -dijo Theo mientras abrazaba a cada uno de ellos.

Y así terminó la fiesta de cumpleaños del dinosaurio Theo, llena de aventuras y diversión junto a sus amigos más queridos.