El cumpleaños del ogro
Era un hermoso día en el Bosque de las Maravillas, donde vivía un ogro llamado Bruno. A diferencia de otros ogros, Bruno era amigable y siempre estaba dispuesto a ayudar. Tenía una gran pasión por la naturaleza y la música, y pasaba sus días cantando y cuidando de los animales del bosque.
Un día, mientras Bruno estaba en el claro de su hogar cantando a los pájaros, conoció a Valeria, una policía pelirroja que patrullaba el bosque para asegurarse de que todo estuviera tranquilo y seguro. Valeria era valiente, divertida y tenía una risa contagiosa. Desde el primer momento, Bruno se sintió atraído por su energía y su alegría.
"Hola, ¿quién sos?" -preguntó Valeria, sonriendo.
"Soy Bruno, el ogro del bosque. Normalmente la gente se asusta de mí, pero a mí me gusta ayudar y cuidar el lugar" -respondió Bruno con una voz profunda pero amable.
"Bueno, yo soy Valeria, la policía del bosque, y estoy aquí para asegurarme de que todo esté bien" -dijo valiente.
Poco a poco, Bruno y Valeria comenzaron a pasar más tiempo juntos. Hicieron picnics, exploraron los rincones del bosque y, sobre todo, se contaron historias sobre sus vidas. Se dieron cuenta de que a pesar de sus diferencias, compartían muchas cosas en común.
Con el paso del tiempo, Bruno se dio cuenta de que estaba enamorado de Valeria. No solo por su belleza, sino también por su bondad y valentía. Así que, cuando llegó su cumpleaños, Bruno decidió que quería llevarla a conocer su hogar, un lugar mágico donde nunca había llevado a nadie.
"Valeria, tengo un regalo especial para vos en mi cumple" -dijo Bruno emocionado.
"¿De veras? ¡No puedo esperar!" -exclamó Valeria con una gran sonrisa.
El gran día llegó, y Bruno llevó a Valeria a su hábitat, que estaba escondido detrás de unas enormes montañas. Al llegar, Valeria quedó maravillada con la belleza del lugar.
"¡Es increíble, Bruno! Este lugar es como un cuento de hadas" -dijo Valeria, mirando alrededor.
Bruno mostró a Valeria todas las maravillas de su hogar: el río que cantaba, los árboles que bailaban al viento y las flores que brillaban en la oscuridad. Las risas y la música resonaban mientras los dos exploraban juntos.
Sin embargo, mientras disfrutaban, un ruido fuerte y ensordecedor interrumpió su día perfecto. Era un grupo de leñadores que intentaban cortar árboles en el bosque.
"Bruno, tenemos que hacer algo. ¡Esos árboles son nuestro hogar y de todos los animales!" -dijo Valeria, preocupada.
Bruno asintió, entendiendo la importancia de proteger su hogar.
"Vamos a hablar con ellos. Tal vez no sepan que hacen daño" -propuso Bruno.
Los dos se acercaron a los leñadores, y Valeria, con su voz firme pero amable, les explicó la importancia del bosque para los animales y para el ecosistema.
"¡Detengan todo! Este bosque es nuestro hogar y es muy importante para todos", dijo Valeria decidida.
"Nos encantaría que lo cuidaran, no que lo destruyeran. Siempre pueden venir a disfrutarlo sin arruinarlo" -añadió Bruno.
Los leñadores, conmovidos por la pasión de la policía y el ogro, decidieron detener su trabajo y prometieron buscar madera de manera respetuosa.
"¡Gracias por hacernos ver la verdad! Nunca quisimos hacerles daño" -dijo uno de ellos, con un rostro arrepentido.
Bruno y Valeria sonrieron, sabiendo que habían protegido su hogar juntos. Mientras el sol se ponía, se sintieron más unidos que nunca.
"Gracias, Valeria, por compartir este día conmigo. No solo ha sido un cumpleaños mágico, sino que también hemos hecho algo bueno" -dijo Bruno.
"El día aún no ha terminado, Bruno. ¡Vamos a celebrar!" -respondió Valeria riendo.
Así, continuaron disfrutando juntos de la magia del lugar, riendo, cantando y prometiendo cuidarse mutuamente y su hermoso bosque. Desde ese día, Bruno y Valeria no solo fueron amigos, sino también inseparables aliados, aprendiendo que juntos podían lograr grandes cosas. Y, por supuesto, la relación entre un ogro y una policía pelirroja floreció con el tiempo, mostrando que, a veces, el amor y la amistad pueden encontrarse en los lugares más inesperados.
FIN.