El cumpleaños mágico de Martin
Martin estaba muy emocionado, hoy era su décimo cumpleaños y su mamá había planeado una fiesta sorpresa para él. Mientras jugaba en su habitación, escuchó a su mamá y a sus amigos preparando algo en la cocina.
Martin se preguntaba qué estarían tramando. -¿Qué estarán haciendo mamá y sus amigos? -, se preguntaba Martin. Llegó la hora de la fiesta y al abrir la puerta de la cocina, Martin descubrió una gran sorpresa. -¡Feliz cumpleaños, Martin! -, todos gritaron.
Había globos, regalos y una torta gigante con sus personajes favoritos. Martin estaba feliz. Sin embargo, notó que faltaba algo. -¿Dónde está el regalo de mamá? -, preguntó sorprendido. Su mamá le sonrió y lo llevó al jardín.
Allí, en medio de la naturaleza, su mamá le entregó un pequeño paquete. Martin lo abrió y dentro encontró una semilla. -¿Un regalo tan pequeño? -, se extrañó. Pero su mamá le explicó: -Esta semilla es especial, es una semilla mágica.
Si la cuidas y la riegas con amor, verás algo maravilloso suceder. Martin no entendía bien, pero decidió seguir el consejo de su mamá. Sembró la semilla en su jardín y la cuidó todos los días, como si fuera su tesoro más preciado.
Días después, la semilla comenzó a crecer y se convirtió en un hermoso árbol frutal. Martin estaba maravillado. La magia de la naturaleza había florecido en su jardín.
Entendió el verdadero valor del regalo de su mamá: la paciencia, el cuidado y el amor podían hacer cosas increíbles. A partir de ese día, Martin cuidó su árbol con dedicación y compartió sus frutas con sus amigos, quienes también aprendieron la lección.
La amistad y el cariño son como las semillas mágicas, si las cultivamos con amor, crecerán y nos brindarán momentos felices para siempre.
FIN.