El Cumpleaños Mágico de Romina
Era un soleado día de primavera cuando Romina despertó con una gran sonrisa en su rostro. Hoy era un día muy especial: ¡su cumpleaños número 6! Mientras se vestía, su mamá la sorprendió con unos globos de colores que flotaban en la sala.
"¡Feliz cumpleaños, mi amor!" - dijo su mamá, llenando la habitación de alegría.
"Gracias, mami. ¡Estoy tan emocionada!" - respondió Romina, saltando de felicidad.
Después de un delicioso desayuno de panqueques con dulce de leche, la familia se preparó para la fiesta. Había decoraciones brillantes y un impresionante pastel de fresas en la mesa. Romina sabía que hoy sus amigos también vendrían a celebrarlo.
Cuando sonó el timbre, sus amigos llegaron con sonrisas y globos.
"¡Sorpresa! ¡Feliz cumpleaños, Romina!" - gritaron al unísono, mientras ella los abrazaba a todos.
La tarde estuvo llena de juegos, risas y sorpresas. Romina abrió los regalos con alegría, y entre ellos, encontró un libro especial de cuentos.
"¡Mirá, tengo un libro de aventuras!" - exclamó.
"¡Es para que le des un buen uso!" - dijo su amiga Lupe, guiñándole un ojo.
Con su nuevo libro en mano, Romina decidió que tenía que hacer una actividad especial para todos.
"¡Vamos a hacer una obra de teatro!" - propuso emocionada.
"¡Sí!" - se sumaron los amigos, y comenzaron a crear personajes y diálogos.
Mientras se preparaban, su abuelo entró con una guitarra.
"¿Y si le cantamos a Romina las mañanitas antes de empezar la obra?"
Todos estuvieron de acuerdo, y juntos comenzaron a cantar. La voz de Romina brillaba entre las otras, llenando el ambiente de amor y alegría. Cuando terminaron, Romina pidió un deseo y sopló las velas de su pastel.
"¡Que este año esté lleno de aventuras!" - dijo, emocionada.
Después de disfrutar del delicioso pastel de fresas, la obra de teatro comenzó. Cada niño asumió un papel, y Romina se convirtió en la valiente aventurera que viajaba a tierras lejanas buscando tesoros.
"¡Alto ahí! ¿Quién osa entrar en mi reino?" - bramó su amigo Julián en el papel del dragón.
"Soy yo, la valiente Romina. Vengo a pedirte un mapa hacia el tesoro escondido" - dijo Romina, con una voz decidida.
Los amigos se rieron y aplaudieron mientras la historia se desarrollaba, llena de giros inesperados y momentos divertidos. Pero justo cuando parecía que Romina había encontrado el tesoro, él se escapó.
"¿Qué haremos ahora?" - preguntó su amiga Rosa, simulando preocupación.
Romina pensó un momento y tuvo una idea.
"¡Sigamos el rastro de los colores!" - exclamó, y todos se unieron a su búsqueda.
Recorrieron todo el jardín, buscando pistas hasta que encontraron una caja escondida entre los arbustos. Al abrirla, vieron que dentro había sorpresas y dulces para todos.
"¡El tesoro era la diversión y la amistad!" - afirmó Romina con una gran sonrisa.
"¡Sí! ¡La verdadera riqueza está en momentos como estos!" - agregó Julián.
La fiesta siguió con juegos, risas y abrazos. Al final del día, Romina se sintió feliz y agradecida.
"Hoy fue el mejor cumpleaños de todos" - dijo, y todos asintieron en acuerdo, con el corazón lleno de recuerdos inolvidables.
Romina aprendió que no solo celebrar un año más era especial, sino también compartirlo con aquellos que amaba. De esta manera, su cumpleaños se convirtió en una aventura llena de amor, amistad y sueños por cumplir. Al cerrar su libro de cuentos aquella noche, decidió que el año que comenzaba lo llenaría de nuevas historias y experiencias.
Y así, la luz de su cumpleaños número 6 brilló como un bello recuerdo en su corazón, siendo un faro de historias por contar en los días por venir.
FIN.