El cumpleaños mágico en el jardín encantado


Era un día soleado en el jardín de la casa de Niña. Los preparativos para su cumpleaños habían comenzado temprano, y todo estaba listo para recibir a sus amigos y familiares.

Niña estaba emocionada por cumplir 4 años, y no podía esperar para ver todas las sorpresas que le tenían preparadas. Mientras tanto, mamá y papá estaban ocupados armando la decoración con unicornios, mariposas y flores de colores.

"Mamá, ¿cuándo van a llegar mis amigos?", preguntó Niña impaciente. "Ya están en camino cariño. Solo tenemos que esperar unos minutos más", respondió mamá sonriendo. De repente, un ruido fuerte llamó la atención de todos los presentes.

Era un gran paquete que llegaba al jardín con una etiqueta que decía: "Para Niña en su cumpleaños". "¡Qué emoción! ¡Debe ser una sorpresa muy especial!", exclamó Niña saltando de alegría.

Al abrirlo, descubrieron que era un disfraz de unicornio ¡justo lo que ella había estado pidiendo!"¡Guauu! ¡Es hermoso! Ahora puedo ser un verdadero unicornio", dijo Niña mientras se ponía el disfraz y corría por todo el jardín haciendo relinchar a sus invitados.

Pero eso no era todo, pronto apareció una mariposa gigante volando hacia ellos. Todos quedaron asombrados al verla tan cerca. La mariposa se posó sobre el hombro de Niña como si quisiera felicitarla en su cumpleaños. "¡Mira mamá, una mariposa de verdad! ¡Es mágico!", dijo Niña emocionada.

De repente, la mariposa comenzó a hablar. Sí, hablaba y les contó que ella era un hada disfrazada de mariposa para sorprender a Niña en su cumpleaños. "¿Un hada? ¿En serio?", preguntó Niña sin poder creerlo.

"Sí, pequeña. Y te he traído un regalo muy especial", respondió el hada mientras sacaba una varita mágica y hacía aparecer una torta enorme llena de velas brillantes.

Niña sopló las velas y todos cantaron el feliz cumpleaños mientras disfrutaban del delicioso pastel. Pero cuando terminaron de cantar, algo extraño sucedió: los globos se elevaron por sí solos y comenzaron a formar una figura en el aire.

"¡Miren! ¡Los globos están formando algo!", exclamó uno de los invitados señalando al cielo. Y así fue como apareció un hermoso castillo flotante con toboganes, piscinas y todo lo que Niña había imaginado en sus sueños más fantásticos.

Los niños corrieron hacia él para explorarlo mientras los adultos miraban asombrados desde abajo. La fiesta continuó con juegos divertidos e interminables risas hasta que llegó la hora de despedirse. Todos se fueron felices pero cansados después de tanta diversión en el jardín encantado de Niña.

Esa noche, antes de dormir, Niña le preguntó a su mamá si todo lo que había pasado en su cumpleaños era real o solo un sueño. "¿Sabes qué, cariño? A veces la vida puede ser tan mágica como nuestros sueños.

Y hoy ha sido uno de esos días", respondió mamá dándole un beso de buenas noches.

Niña cerró los ojos y se durmió con una sonrisa en el rostro, sabiendo que su cuarto año de vida había sido uno de los mejores gracias a la magia y las sorpresas que le habían regalado sus amigos y familiares.

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