El cumpleaños vegetariano de Maviel
Había una vez un chanchito llamado Maviel que vivía en una granja junto a sus amigos animales. Maviel era muy curioso y siempre estaba buscando nuevas aventuras.
Un día, mientras paseaba por el bosque, escuchó a dos pájaros hablando sobre la fiesta de cumpleaños del granjero. "-¡La fiesta va a ser increíble! Va a haber comida deliciosa y juegos divertidos", dijo uno de los pájaros emocionado. Maviel se acercó sigilosamente para escuchar más detalles sobre la fiesta.
Y fue entonces cuando escuchó algo que le llamó mucho la atención. "-Y este año, el granjero quiere hacer una caja china para asar al cerdo", comentó el otro pájaro.
Maviel quedó fascinado con la idea de ser asado en una caja china. Pensó que sería una experiencia única y decidió hablarlo con sus amigos de la granja.
Corrió hasta donde estaban los demás animales y les contó su plan:"-¡Amigos, tengo una idea genial! Quiero que me hagan una caja china para mi cumpleaños. Será algo diferente y todos podrán disfrutar de un delicioso asado". Los demás animales se miraron sorprendidos por la extraña petición de Maviel. "-Pero Maviel, eres nuestro amigo.
No podemos permitirte que te conviertas en comida", dijo preocupada Margarita, la vaca. Pero Maviel no se dejaba convencer tan fácilmente:"-No se preocupen, estoy seguro de que será divertido y nadie me comerá realmente.
Además, el granjero siempre nos cuida y nos da de comer. Es mi forma de agradecerle". Aunque los animales estaban preocupados, también entendían la importancia de ser agradecidos con el granjero. Decidieron ayudar a Maviel en su plan.
Juntos, buscaron materiales en la granja para construir la caja china. Utilizaron madera, clavos y un poco de ingenio para armarla. Cuando llegó el día del cumpleaños del granjero, todos los animales se reunieron alrededor de la caja china lista para asar a Maviel.
"-¡Feliz cumpleaños, Maviel!", gritaron todos emocionados. El granjero quedó sorprendido al ver lo que habían hecho los animales y les agradeció por su esfuerzo.
Sin embargo, decidió hacer una pequeña modificación en el plan:"-Maviel, eres un chanchito muy especial y no puedo permitirte que te asen. En lugar de eso, haremos una parrillada con hamburguesas vegetarianas para todos". Maviel se sintió aliviado y feliz al escuchar las palabras del granjero.
Todos disfrutaron de una deliciosa comida sin necesidad de hacerle daño a ningún animal. Desde ese día, Maviel aprendió que hay muchas formas de mostrar gratitud sin tener que sacrificar algo tan valioso como la vida.
Y así vivió feliz junto a sus amigos en la granja, compartiendo aventuras y aprendiendo lecciones importantes cada día. Fin
FIN.