El delfín colorado

Había una vez en las profundidades del océano Pacífico, un grupo de delfines de todos los colores y tamaños que vivían felices y juguetones.

Pero entre ellos, se encontraba un delfín muy especial, llamado Delfi, quien a diferencia de los demás delfines, tenía un hermoso color rojo en lugar del usual gris. Delfi siempre se sentía diferente y a veces triste porque sus compañeros delfines se burlaban de su color.

Un día, su amigo Juanito, un pececito muy astuto, le preguntó por qué se sentía tan mal. "Delfi, ¿por qué estás tan triste? Tu color rojo es maravilloso, te hace destacar entre todos los demás delfines. Deberías estar orgulloso de ser tan especial."

Delfi se quedó pensativo, ¿sería su color rojo realmente algo especial? Juanito decidió llevar a Delfi en un viaje por el océano para que descubriera la verdadera belleza de su color. Durante su travesía, se encontraron con peces de colores vibrantes, corales hermosos y paisajes submarinos asombrosos.

Delfi se maravilló con tanta belleza y se dio cuenta de que lo importante no era su color, sino lo que él era en su interior y la diversidad de colores y formas que hacían del océano un lugar mágico.

Al regresar a su hogar, Delfi sonreía con confianza, sabiendo que su color lo hacía único y especial, y sus compañeros delfines dejaron de burlarse de él.

A partir de ese día, Delfi enseñó a los demás delfines la importancia de la diversidad y el respeto hacia las diferencias. Todos juntos, nadaron felices y coloridos por los mares, celebrando la diversidad que los hacía únicos e irrepetibles.