El desafío de Emilia
Emilia era una niña muy creativa y divertida a la que le encantaba jugar con sus juguetes, pero no le gustaba nada ordenar sus cosas.
Su habitación siempre estaba llena de muñecas, peluches y bloques de construcción, tirados por todas partes. Un día, mientras jugaba, Emilia dejó caer uno de sus juguetes favoritos debajo de la cama. Cuando intentó recuperarlo, se dio cuenta de que había tantas otras cosas debajo que no podía alcanzarlo. Emilia se puso triste y frustrada.
"¿Qué pasa, Emilia? Pareces preocupada", dijo su mamá al verla. "Perdí mi juguete debajo de la cama, pero hay demasiadas cosas en el suelo y no puedo encontrarlo", respondió Emilia con cara de desánimo.
Su mamá sonrió y le dijo: "Eso sucede porque no has estado ordenando tu habitación, Emilia. Si mantuvieras tus cosas en su lugar, no habría tantos obstáculos en el piso." Emilia se sintió un poco molesta, pero decidió tomar el desafío.
Comenzó a recoger sus juguetes y a ordenarlos en sus respectivos lugares. A medida que lo hacía, Emilia descubrió juguetes que había olvidado y se sintió emocionada. Una vez terminó, su habitación lucía limpia y ordenada.
¡Incluso encontró el juguete que creía haber perdido! Desde ese día, Emilia entendió que el orden le ayudaba a disfrutar más de sus juegos y que también le resultaba más fácil encontrar lo que buscaba.
Aunque a veces le costaba mantener el orden, se dio cuenta de que valía la pena el esfuerzo. Emilia aprendió que la organización no solo beneficia su espacio, sino también su diversión.
A partir de entonces, se comprometió a mantener su habitación limpia y ordenada, ¡y nunca más perdió un juguete debajo de la cama!
FIN.