El desafío de Escobar
En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, vivía un niño llamado Escobar. Escobar era un niño valiente y curioso que siempre estaba en busca de aventuras.
Un día, mientras exploraba el bosque cerca de su casa, se encontró con una criatura enorme y peluda. Era el monstruo Vergel, quien tenía fama de ser muy malo y asustar a todos los habitantes del pueblo.
Escobar no sintió miedo al ver al monstruo Vergel, en cambio se acercó lentamente y le dijo: "Hola, soy Escobar. ¿Por qué asustas a la gente del pueblo?". El monstruo Vergel se sorprendió por la valentía del niño y le respondió: "-Soy así porque todos me temen sin siquiera conocerme.
Me siento solo y triste. " Escobar decidió hacerse amigo del monstruo Vergel y juntos pasaron días explorando el bosque, jugando a las escondidas y ayudando a los animales que vivían allí.
Con el tiempo, los dos se volvieron inseparables y la gente del pueblo comenzó a darse cuenta de que el monstruo Vergel no era tan malo como pensaban. Un día, una terrible tormenta azotó Villa Esperanza y muchas casas quedaron destruidas.
Escobar y el monstruo Vergel trabajaron juntos para ayudar a reconstruir las casas y brindar apoyo a los habitantes del pueblo. La gente se dio cuenta de la bondad que había en el corazón del monstruo Vergel gracias a la amistad con Escobar.
Con el paso del tiempo, el pueblo entero aprendió a no juzgar por las apariencias y valorar la verdadera amistad que existía entre Escobar y el monstruo Vergel. Desde entonces, todos vivieron en armonía y paz en Villa Esperanza.
Y así, Escobar demostró que con valentía, comprensión y amistad se pueden superar cualquier obstáculo e incluso transformar lo que parece ser algo malo en algo bueno.
Porque al final del día, lo importante es tener un corazón noble capaz de ver más allá de las apariencias.
FIN.