El desafío de la niña valiente
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un baño aterrador que se encontraba en la plaza principal. Este baño tenía la fama de tragarse a las personas que se atrevían a entrar en él.
Se decía que una vez alguien cruzaba sus puertas, nunca más volvía a salir. Muchos habitantes del pueblo evitaban pasar cerca de ese baño y preferían aguantarse las ganas antes que arriesgarse a desaparecer misteriosamente.
Sin embargo, un día llegó al pueblo una nena valiente llamada Sofía. Ella no sabía acerca de la leyenda del baño aterrador y, como necesitaba ir al baño con urgencia, decidió entrar sin temor alguno. Al principio, todo parecía normal.
Sofía entró al baño y cerró la puerta detrás de ella. Pero cuando intentó salir, se dio cuenta de que algo extraño sucedía: la puerta ya no estaba donde debería estar. En su lugar, se encontraba una pared lisa y fría.
Sofía comenzó a sentir miedo, pero recordó lo valiente que era y decidió buscar otra salida. Caminó por los pasillos oscuros del baño aterrador, iluminando el camino con una linterna que había traído consigo.
De repente, escuchó una voz tenebrosa que resonaba en los pasillos:"¿Qué haces aquí, pequeña intrusa? Este es mi reino y nadie puede escapar de él.
"Sofía miró hacia adelante y vio al dueño del baño aterrador: un monstruo gigante con ojos brillantes y dientes afilados. "No tengo miedo de ti", respondió Sofía con determinación. "Solo quiero encontrar la salida y regresar a mi casa. "El monstruo soltó una carcajada escalofriante y dijo:"Nadie ha logrado escapar de mí antes.
Eres valiente, pero eso no te salvará esta vez. "Sin embargo, Sofía no se rindió. Siguió explorando el baño aterrador en busca de una salida mientras el monstruo la observaba con curiosidad creciente.
Después de mucho buscar, Sofía finalmente descubrió un pequeño agujero en una pared oculta detrás de unos arbustos secos. Sin dudarlo ni un segundo, se coló por el agujero y salió corriendo hacia la plaza principal del pueblo. El monstruo quedó sorprendido por la valentía y astucia de Sofía.
Aunque intentó detenerla persiguiéndola por los callejones del pueblo, finalmente tuvo que renunciar al ver lo determinada que estaba la nena por escapar.
Desde ese día en adelante, el baño aterrador dejó de tragarse a las personas del pueblo gracias al coraje demostrado por Sofía. Los habitantes celebraron su valentía con fiestas y regalos como muestra de gratitud.
Sofía se convirtió en un ejemplo para todos los niños del pueblo e incluso escribiendo libros sobre su increíble aventura para inspirar a otros niños valientes a enfrentar sus miedos sin importar lo imposible que parezca.
FIN.